Charlie y la Fábrica de Chocolates

Alegría para todas las chicas que gustan usar mucha ropa negra, morral, y pins con motivos del extraño mundo de Jack. Este año tenemos dos películas de la factoría TIM BURTON. Aquí llega la primera...


Charlie y la Fábrica de Chocolates (Charlie and the Chocolate Factory – EU/Inglaterra – 2005 – Tim Burton)

Mas Burtoniana que ”El Gran Pez”, aunque sin tonos oscuros y con colores como los que vienen en los envoltorios de caramelo. Es que “Charlie y la fábrica de Chocolates “ es una película pensada para atraer al público infantil, aunque claro, sin descuidar a los adultos. De un diseño de producción que roza la perfección, con escenarios monstruosos, capaces de ser recorridos a 360 grados y que transportan al espectador a un cuento de hadas. Cada plano tiene la belleza y la caprichosidad que respiran en BURTON. Caprichosidad presente también en el personaje Willy Wonka, dueño de la fábrica de chocolates, poseedor entre otras cosas, de un centenar de ardillas peladoras de nueces. Unos bichos que habitan una secuencia que parece la parodia de un comercial de una conocida marca de chocolates. La fábrica, es el paraíso de Hansel y Gretel, como también de cualquier otro chico, un lugar donde abunda la imaginación, el chocolate, las canciones y sobre todo... la diversión.

BURTON se vuelve a unir con DEPP, y no es el único binomio repetido, DEPP también vuelve a trabajar con el niño –cara de cuento infantil- FREDDIE HIGHMORE, con quién ya había trabajado en “Descubriendo el País de Nunca Jamas” . Aquella película, que como la también estrenada este año, “Lemony Snicket – Una serie de eventos afortunados”, pertenecen al club de seguidores e imitadores de TIM BURTON, y que ni por asomo alcanzan el nivel de las del maestro. La formula BURTON/DEPP esta en su mejor forma y consigue dar un personaje entreñable: el excéntrico Willy Wonka. Sumatoria del freak melancólico de Eduardo Manos de Tijera, la gestualidad de Ed Wood, la soledad del Pingüino de “Batman Vuelve”, y el pasado tortuoso del DEPP de “La leyenda del jinete sin cabeza”. DEPP, esta genial una vez más, y el resto de los personajes no se quedan atrás, destacándose entre ellos, el abuelo de Charlie (DAVID KELLY, el mismo viejo de “Waking Ned Devine”.) y el padre de Wonka (Un CHRISTOPHER LEE muy bien aprovechado), dentista obsesivo que le prohíbe comer a su hijo cualquier tipo de golosina en su niñez para que no arruine su dentadura.

Por ahí, ha corrido el rumor de que el personaje de Willy Wonka esta inspirado en MICHAEL JACKSON. No creo que sea así. Si bien tienen características en común: la excentricidad, la pálida vulnerabilidad, o hasta el uso de guantes para no contagiarse de gérmenes. Wonka es un ser que detesta a los niños y aunque, como también el Rey del Pop, pretende recuperar parte de su niñez, este personaje esta librado de cualquier rasgo de obscenidad y perversidad. Y como lo hace la familia de Charlie, yo no tendría problema en invitar a Wonka a cenar a casa.

El principal tema de la película es la niñez y hay que saber disfrutarla. Por eso es que los cuatro niños que acompañan a Charlie en el viaje por la fábrica son castigados. Por que los cuatro se olvidan de jugar y no permiten librar su imaginación. Los cuatro representan valores negativos, y asociados con el mundo de los adultos, como competitividad y codicia desmedida, algunos de los males más presentes en la sociedad norteamericana. Pura fábula que da lecciones a los más chicos sobre egoísmo, caprichos y desobediencia y que nos cuenta, al igual que nos contaba “El gran Pez”, que la imaginación, como el cine, son unos de los grandes lugares que tenemos y hay que saber aprovecharlos.

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