Están entre nosotros

Y si... los chicos y las chicas salen, buscan un cine, se sientan en alguna butaca rinconera, y en la oscuridad de la sala se meten mano y algo mas. A todo esto que mejor que mientras tanto se proyecte una de terror y la chica se aferré a uno, ¿no? Como será de efectivo durante las salidas este tipo de cine, que en Argentina , año 2006, tenemos una de terror tailandesa en pantalla grande.

Están entre nosotros (Shutter – Tailandia – 2004 – Banjong Pisanthanakun, Parkpoom Wongpoom)

Terror tailandés. Lo que por que supuesto no deja de ser terror oriental o por que no J-Horror (Categoría que desde el nombre refiere principalmente a películas ponjas, pero también a coreanas, hongkonesas y otras de ojos rasgados.). Un subgenero que posee por lo menos dos características fijas: largas cabelleras negras y fantasmas del mas allá asechando a los vivos por alguna deuda pendiente con el mundo material. Hace unos años este tipo de cine fue furor con la película La llamada como abanderada, hoy la verdad es que pasa por una etapa de llamativo agotamiento (Para mejor prueba de esto vean nomás la surcoreana Gabal, donde una mina que queda pelada después de quimioterapias se termina calzando una peluca maldita, o The red shoes, una donde aparecen unos zapatitos fantasmas que te mutilan las dos gambas.). Y Están entre nosotros no esta exenta de cansancio, de falta de novedad. Casi todo lo que uno se imagina que va a pasar habiendo visto los primeros cinco minutos de película, pasa. Pero a pesar de todo hay unos varios puntos a favor. Primero: la película logra dar unos buenos sustos (“Sustos”, no “sobresaltos” que es lo que tienen las de terror yanquis.). Segundo: hay todo un juego a partir de la fotografías que saca el protagonista y la representación de la realidad, que por momentos se pone muy interesante. Tercero: la resolución es buenísima. Quiero evitar agregar algo sobre esto último, pero el final me hizo acordar a una fábula que me contaban en el colegio católico al que fui de chico sobre el lugar físico en el que se encuentra Jesucristo en nuestras vidas y el por que de que no lo podíamos ver. ¡Miedito! ¡Mucho miedito! Calificación: 6

Casino Royale

Con James Bond pasa como con el fútbol. Uno vuelve a creer en él, lo va a ver, y tal vez disfruta del espectaculo, pero despues se da cuenta que nunca va a cambiar, que simpre va ser el mismo. Y eso que esta Bond es buena y seguramente es de lo mejor de la serie en muchos años. Pero sí, nada fuera del molde predecible que exige la franquicia Mac Donalds del cine.
Y como ya es una costumbre, el mejor cine norteamericano de la última semana lo tuve que ver en DVD. Despues de la alegría y el desenfreno de Crank, siguio otro Linklater único con Una mirada en la oscuridad y la vuelta del Kevin Smith que todos queremos con Clerks II. Pronto, no va a quedar otra: EL ODIANTE versión DVD.

Casino Royale (Alemania /EU / Reino Unido / Republica Checa - 2006 - Martin Campbell)

Oficialmente la serie basada en el agente ingles mas famoso del mundo, creación del novelista Ian Fleming, tuvo inicio en el año 1962 con El Satánico Dr. No. A partir de esta, Sean Connery -quién es todavía hoy el mejor recordado en el papel- se ocuparía del personaje de James Bond en seis oportunidades, siendo en el medio reemplazado una vez por un modelito de turno llamado George Lazenby. Luego tomarían sucesivamente la posta Roger Moore con siete películas, Tymothy Dalton con dos, y Pierce Brosman con cuatro.

Año 2006, turno de Daniel Craig. Y para entender que hay de nuevo en esta otra entrega de una saga que parece eternamente condenada al convencionalismo y a la repetición, es bueno ver que tiene para ofrecer de novedoso este actor que hasta hace no mucho tiempo, pocos conocían. Craig es rubio, atributo que ya de por sí solo le alcanza para marcar la diferencia con sus antecesores, pero además de eso es más atlético, mas rudo, mas guarro y a la vez menos carilindo, menos muñecote, con un rostro que uno sospecha debe ser mas parecido al de un agente secreto de verdad. Esta impronta se traduce en la película a una acción mas bruta, mas seca, más física, y también un poco más realista. En relación a esto, cabe agregar que ya no esta el Sr. Q con sus insólitos gadgets, ni los autos Audi preparados para lanzar mísiles o convertirse en submarino, sino que Bond debe resolver todo a puro puño y punta de pistola.
Casino Royale propone a partir de Craig una suerte de back to basics, algo que Hollywood ya había ensayado con Batman Inicia. Una intención de dejar atrás cierta mala imagen en la franquicia para volver a darle un aire nuevo. Si a Batman era necesario que se lo vuelva a tomar en serio después de las payasadas de Joel Schumacher, con Bond era imprescindible después del agotamiento total que mostraban las últimas películas con Pierce Brosman como protagonista (Muestra de esto es la introducción de esa especie de Lady Bond encarnada por Halle Berry en Otro día para morir.). Borrón y cuenta nueva, James Bond también inicia y lo hace en buena forma. La historia de Casino Royale narra los primeros pasos de Bond como agente secreto del MI6, lo que lo lleva a una misión en la cual debe enfrentar a una red de terrorismo global financiado con la organización de unos juegos de cartas con apuestas multimillonarias. A pesar de su duración (Es la mas larga de la serie: 144 minutos), la película mantiene un pulso constante, sin remitirse nunca a apilar una escena de acción tras otra cada quince minutos y tomándose hasta un buen tiempo para contar el romance de Bond con su enamorada (Protagonizada por Eva Green: la terrible morocha de Los Soñadores) Después, es más de lo que el público espera y conoce: persecuciones en países periféricos (lugares donde se esconden los terroristas y donde romper cosas sale mas barato), villanos carentes de toda ética, atractivas mujeres con enormes ganas de entregarse a nuestro protagonista y por supuesto... unos cuantos Martinis. Si bien es cierto que es de lo mejor del agente 007 en muchos años, tampoco es nada por arriba de la media que propone la serie.
Es que hay algo que los productores de estas películas nunca lograron y es reclutar a directores con marcada personalidad para que trabajen en cada entrega. Algo que si supo hacer Tom Cruise y Cía., poniendo a cargo de cada Misión Imposible nombres como Brian De Palma, John Woo y J.J. Abrams. En su época de Bond, hasta Pierce Brosman expresaba cuanto deseaba ser dirigido por el mismísimo Woo. Por que por mas que el trabajo de tipos como Martín Campbell sea correcto, ya que la historia que nos van a contar es la misma historia de siempre: salvar al mundo de los malos y de paso quedarse con la chica... por lo menos que lo sepan hacer con estilo. Pero si no se dieron cuenta luego de veinte películas, imposible ya que lo hagan. Calificación: 6

Los infiltrados

La nota a continuación no hace un análisis general sobre Los infiltrados, sino que más bien trata de explicar por que no me parece una película “Excelente” o “9, 10 puntos” como salió calificada por ahí en bocha de criticas. Sí, y en primera persona y contando el final

Los infiltrados (The departed – EU – 2006 – Martín Scorsese)

Asuntos Infernales. Lo que hace la película hongkonesa en la que se basa Los infiltrados es tomar una de las principales reglas del policial negro o hard-boiled, esa que dice que la corrupción habita en todos los bandos, y someterla a un juego de espejos, llevarla al paroxismo: un poli se mete en la mafia, un mafioso se mete en la policia. Una operación genérica muy de moda en el cine de las últimas décadas. Este es unas de sus virtudes, sumado a una puesta precisa (aunque solemne y occidentalizada) y un elenco de primera: Tony Leung, Any Lau, Anthony Wong y todo un dream team asiático. Para mi, no mucho mas. Esta bien, pero nada del otro mundo. Es que el cine oriental esta lleno de películas de tríadas, yakuzas y otras mafias y dentro de este mapa no me parece que resalte, en gran parte por que es una película que se podría haber hecho en Hollywood fácilmente. Le falta el toque oriental, ese que tienen las de Kitano, Johny To, Miike y otros grandes. Doy un ejemplo, hace no mucho volví a ver Duro de vencer de John Woo (que casualmente en ingles se titula Hard Boiled), hay tríadas, corruptos y hasta un Tony Leung haciendo justamente de “infiltrado” en la mafia. Argumentalmente no es una maravilla, como tampoco ninguna novedad, pero... ¿que pasa? es un festival de recursos cinematográficos. Woo pone toda la carne al asador, las escenas de acción duran media hora, se cagan a corchazos durante toda la película. En definitiva, tiene la desmesura, la poesía a los tiros de John Woo y todo ese taste oriental que la hace única. Algo que no agrega una película como Asuntos infernales.

Los infiltrados. Es cierto, Scorsese recupera su mejor pulso narrativo, su película agrega a la oriental dinamismo (aunque sumando duración) y funciona bastante bien como entretenimiento. Ahora: ¿cuánto mas? Esta la mafia irlandesa, Boston y yo que se, pero este trasfondo: ¿agrega realmente algo? Mas bien es todo un adorno. El personaje de Nicholson diciendo que no quiere adaptarse al entorno sino adaptar el entorno a él y toda ese boludeo del principio no hace mucho por la película. No es por ejemplo un Michael Mann con Collateral, es decir, una película que mas allá de su superficie es también otra cosa (una gran metáfora sobre la vida en la ciudad de Los Angeles o la vida en las ciudades en general), ni tampoco mucho más. No creo que se amplifica Asuntos infernales como leí por ahí, sino que es una remake apenas correcta. Además Scorsese quita toda sutileza. Ese Nicholson con caripela diabólica y fondo rojo o esa rata caminando por la baranda final son algunos de los detalles que marcan el trazo burdo del director.

Spielberg y Mark Wahlberg. Ahora, lo que realmente no me gusto de Los infiltrados es ver a otro Scorsese obsesionado por el Oscar y sumiso a Hollywood. ¿Dónde esta ese tipo que alguna vez hizo Taxi Driver o La última tentación de Cristo? Todo en su última película es “lo que había que hacer” o “lo que se podía esperar de”. Otra vez Nicholson poniendo cara de loco para que lo aplaudan las viejas ignorantes que también piensan que Robert De Niro sigue siendo el mejor actor del mundo. Otra vez Di Caprio preocupado en demostrar que es buen actor (algo que ya se sabe hace bastante) y no solo un tipo carilindo. Y otra vez Scorsese haciendo que le pone su toque autoral a una película. Lo que creo es que este director perdió la pulseada con Hollywood. Su cine ya no tiene riesgo, no tiene su autoría, sino mas bien apenas su estilo. Algo que no es poca cosa, pero que para un director de su tallal no es para nada suficiente. Lo triste es que un contemporáneo como Spielberg haga Munich, -una película con todo el riesgo, en la que el tipo hasta se da la el gusto de criticar como nadie a su país e Israel- y casi nadie lo celebre, y por otro lado que en el mismo año Scorsese haga Los infiltrados, y se la festejen en todos lados. Síntoma de estos tiempos. Sí, por supuesto, creo que Spielberg (como también Carpenter, Cronenberg, De Palma y algún otro de esa generación que me olvido.) es mucho mas director, por lo menos en este momento, que Scorsese. Para cerrar, lo que mas me gusto de la película es Mark Wahlberg. Es prácticamente el único que con su actuación exagerada parece salirse del molde. El único que parece ponerle verdadero sentimiento al asunto. Es así que cuando aparece en la última escena para ejecutar al malo de Matt Damon me puse contento y no por que se hiciera justicia con el personaje de Damon, que dicho sea de paso no me movió un pelo -como casi toda la película-, sino por que Marky Mark estaba ahí poniendole su onda al asunto. Y si, objetivamnte creo que Los infiltrados esta buena (y nada más), pero que Scorsese se meta el Oscar en el culo. Calificación: 6

La verdad incómoda

Antes que nada, el entusiasmo me obliga, tengo que avisar que vi la nueva Crank con Jason “El transportador” Statham: incorrectísima, desaforada. Con la también aún inédita Nacho Libre, de lo más divertido del año.

A continuación, el documental de Al Gore, la versión buena y “progre” del presidente Bush.

La verdad incómoda (An inconvenient thruth – EU – 2006 – Davis Guggenheim)

Hace unas semanas cuando los vecinos de Caballito lograron parar a través del gobierno porteño la construcción de las torres que ya afectan en mas de un sentido a su barrio -cloacas, tránsito, colegio, ect, etc- los constructores salieron con una horda de albañiles a contrarrestar la medida argumentando que estaban dejando sin trabajo a centenares de personas. Curiosamente, en La verdad incómoda hay una corta aparición de George Bush padre en la que arremete con similar argumento contra la campaña ambientalista de Al Gore que es centro de esta película: “Este tipo es tan radical en cuanto al medio ambiente, que estaremos saturados de búhos y ningún americano tendrá trabajo”, señala. Algo parecido a lo que se escucho alrededor del conflicto de las papeleras y en tantos otros casos. Esta equivocada idea de progreso es el blanco al que apunta Gore -presentador, protagonista y verdadero autor del proyecto-, quién informa y obliga con su documental de denuncia ecológica a tomar conciencia sobre un tema que pocos toman realmente en serio: el calentamiento global. Los datos y pruebas que expone con claridad, soltura y carisma son contundentes. Y si uno se toma el tiempo de investigar sobre el tema (internet ofrece unos cuantos sitios interesantes) pronto descubre que este proceso climático es un hecho y no una mera teoría, lo que le da al documental un carácter urgente y hasta cierto gustito a película de terror. Ahora, es cierto que hay datos que no han sido probados y la película usa a su favor -como el efecto devastador del huracán Katrina que todavía no se sabe si efectivamente estuvo relacionado al proceso del calentamiento global- y que por mas que Gore se esfuerce en aclarar que todo se trata de una cuestión moral y no una cuestión política, su proselitismo es indisimulable. El tipo se esfuerza en mostrarse como gran padre, como ciudadano responsable y además hasta en el final de la película pide que se voten candidatos preocupados por los factores ecológicos. Pero mas allá de esto, La verdad incómoda tiene su importancia por que deja clarísimo que no se trata de dejar de construir, de producir, de trabajar, pero sí, de que se haga bien y con conciencia. Aquí, un vecino de La Paternal al que le gusta mucho el barrio de Caballito. Calificación: 7

S.O.S. llegaron mis amigos

Esta son la clase de películas que solo veo por que mi oficio de colaborador en une revista me lo exige. Salvo algunas excepciones, creo que el cine de masas frances es -como diría Lorenzo en Hermanos y Detectives- una garcha total.

S.O.S. Llegaron mis amigos (Bronzes 3: amis pou la vie, Les - Francia - 2006 - Patrice Leconte)

Seguramente el cine francés sigue siendo de una variedad rica e interesante aunque hay que reconocer que su beta mas comercial nunca fue de lo más atractiva, y si ha esto le sumamos la escasez de exponentes que llegan a las salas de nuestro país, el estreno de esta película resulta un absoluto despropósito. S.O.S. llegaron mis amigos, título local que oculta que se trata de la continuación de otras dos películas –el original es Bronzes 3-, es de esas que denotan la intención de un grupo de viejos amigos por juntarse, pasar un buen rato y de paso hacer unos billetes, sin importar mucho todo lo demás. El resultado que logran Leconte y sus amigos actores (también autores del guión) es el de una fiesta ajena vista a través de un vidrio: los que participan de ella se divierten pero uno no sabe bien por que. Una comedia de enredos con situaciones ultra predecibles, humor vulgar y gags pasadísimos y faltos de toda inspiración, musicalizada en gran porcentaje por un tema de la banda Mana, que es para terminar odiando. Las películas de Leconte (como tal vez la de todo el cine francés) se dividen entre dos categorías: las de particular y genuino interés -El marido de la peluquera, La mate por que era mia, La chica del puente- y las pensadas como el mas común entretenimiento popular, las cuales en Hollywood y en otros lados, se suelen hacer mucho mejor. Calificación: 2

Cars, y el cine de animación digital

Cars gusto poco y nada. Acá un tardío comentario sobre la película y el cine de animación digital.

Cars (EU – 2006 – John Lasseter)

Cars, ante todo, tiene un problemita, es una más en el montón. Además evidencia una tendencia que ya era clara desde hace unos años: el cine de animación digital pierde calidad en proporción inversa al aumento de la producción. Si uno revisa los rankings de taquilla de los últimos años, las de animación 3D arrasan. Buscando a Nemo, Shrek 2, Madagascar, todas encabezaron listas de taquilla tanto en Argentina como en otros países. Fenómeno que desde hace unos años hizo captar la atención de todas las majors logrando que la producción se maximice. Asi es que Fox, Dreamworks, Paramount, y el resto salieron a competir con productos apurados y mediocres, que a pesar de su bajo nivel se llevaron cifras multimillonarias. Consecuencia: todo se convirtió en una gran fábrica de chorizos y las películas de esta suerte de genero comenzaron a estandarizarse. ¿Cuántas películas con animalotes salvajes ya tenemos en lo que va del año?

Hasta acá nada nuevo. Lo triste es que este proceso termino por afectar a Pixar y su principal hombre, John Lasseter. Entre idas y venidas con la Disney, la empresa de la lamparita perdió su impronta y como consecuencia sus películas se empezaron a parecer a todas las de los demás. Cars, como el resto actualmente, trabajan sobre moldes hechos. Acaso: ¿cuantas veces nos conto Hollywood la historia del personaje de ciudad acelarado que se enfrenta con los valores de un grupo rural? En Cars, contada a través de un autito corredor de Nascar, llamado Rayo Mc Queen (en claro homenaje a Steve Mc Queen, por supuesto), que queda varado en un pueblo olvidado a causa de la construcción de una rápida carretera interestatal. Razón que hace a la película por demás tediosa y ultra predecible en cada tramo. No solo eso, además es larga (casi dos horas de duración.). Pero el copiar un western olvidado (La era de hielo), trabajar con un cuentito melodramático clasiquísimo (Buscando a Nemo) o rehacer Los Siete Samuráis (Bichos) no es lo que les quita calidad. ¿Cuántas veces el cine nos contó las misma historia y nos volvimos a emocionar? El problema no es solo copiar moldes a los tumbos.

La cuestión es que desde Toy Story (Que en mi opinión junto con Toy Story 2 y la primera Shrek, son las mejores hasta hoy.) este genero, a pesar de su afinidad con el de dibujos animados, se diferencio en parte por darle vida a universos inertes o inexplotados ( el de los juguetes, monstruos, hormigas, etc) y por sobre todo por lograr una ambivalencia de público, es decir: las primeras películas de animación digital fueron pensadas y logradas tanto para niños como para adultos. ¿Ahora que pasa cuando se producen con apuro por facturar? Se pierde esa ambivalencia que precisa de un fino trabajo. Que el chiste de Shrek haga reír a al pápa y al borrego por igual, es uno de los secretos y esmeros de la película. Pero en Cars, el humor en la mayoría de los casos es solo infantil. O para dar otro ejemplo: en la reciente Vecinos Invasores la metáfora a la política migratoria de Estados Unidos queda ahí, nunca crece, ni trasciende. Estas películas no logran, como si lo hacía Toy story o Shrek, enhebrar un atractivo adulto con un atractivo infantil.

Sobre Cars en particular, además hay que agregar problemas de verosímil (Un ejemplo solo nómas: ¿Por qué un mundo de autos posee la misma arquitectura humana?), o de ritmo narrativo (las escenas de carreras a puro corte y velocidad “vertiginosa”, son espantosas.), pero lo que importa para el caso es que este cine perdió en personalidad, corazón, e inteligencia. Y sino, que mejor muestra de esto último que las horrendas voces de personalidades argentinas (¡Por Dios! ¡Llamen a actores o tipos con oficio al menos!) que les ponen ahora, para dejar en claro como se perdió totalmente el respeto al publico. Calificación: 4

Hard Candy

Esta es de esas películas que en los tiempos que corren resultan totalmente descartables como opción en las carteleras. Primero, por que es menor y como experiencia "cinematografica" es poca cosa. Segundo, por que salió en DVD hace meses en perfecta calidad de imagen y audio.

Hard Candy (EU - 2005 - David Slade)

Filme de suspenso chiquito y ultra minimalista, tanto que llama bastante la atención el desacorde tamaño de los afiches que se pueden encontrar en las salas para su promoción. No hay mucho más que dos personajes protagónicos, unas escasas locaciones, y un guionista y un director jugando a sacarle un provechoso partido a estos mínimos elementos. El argumento es sencillo, un fotógrafo de 32 años conoce por chat a una adolescente de 14, la invita a salir y cuando la lleva a su casa descubre que la chica de aspecto encantador e inocente que encima escucha a ¡¡¡Coldplay!!!, es un caramelito difícil de pasar. En lo primero que uno piensa es que esta frente a una especie de Audition en clave modernista, pero con el correr del relato se descubre que la película dista bastante de la sorpresa, truculencia y perturbación de aquella obra maestra de Takashi Miike. Hard Candy se queda en el tedio de la puesta teatral, que el debutante David Slade solo rompe por momentos con algún jugueteo de cámara en los que muestra su oficio videoclipero, y lo peor: se tarda un montón en definir de que lado están sus personajes. Nunca se termina de saber si la chica en cuestión es un monstruo o un ángel vengador, ni mucho menos de saber si realmente hay algún bueno en la historia. Ambiguedad que para algunos puede resultar interesante, pero que a un filme de suspenso que necesita la identificación del espectador para ser efectivo, le resulta absolutamente en contra. Calificación: 4

Pequeña Miss Sunshine

En relación al nuevo y muy buen disco de My Chemical Romance, The Black Parade, un amigo me hizo el siguiente comentario: “Y es asi, los yankees no lo pueden evitar. Cada tanto siempre tienen que sacar una de esas banditas punkies, que por mas que hagan siempre lo mismo, no dejan de ser super emotivas y re efectivas”. Coincido. Llamativamente con la película a continuación, pasa algo muy parecido.

Pequeña Miss Sunshine (Little Miss Sunshine – EU – 2006 – Jonathan Dayton / Valerie Faris)

Esta película da la sensación de que ya se hizo varias veces en el cine norteamericano: familia disfuncional, personajes perdedores y estereotipados, viaje de una ciudad a otra ciudad que va a terminar uniéndolos... Pero Pequeña Miss Sunshine tiene algo que la hace única, y es su emotividad. Ya desde la excelente elección de la banda sonora, donde se notan los años de experiencia trabajando para artistas musicales del matrimonio Dayton-Faris, entre otras cosas responsables de los videasos Tonight, Tonight de The Smahing Pumpkins e Imitation of life de R.E.M. (y que afortunadamente son de esos directores de clips que en su paso al cine, no confunden lenguajes.), la película conquista. Y esto, por sobre todo, gracias a la humanidad con que trata a sus personajes: una familia bien White Trash que se une para llevar a la niña del grupo a un concurso de belleza en una camioneta Wolkswagen defectuosa y destartalada -símbolo total de esa basura blanca- a una ciudad a millas de distancia. Ya lo de Greg Kinnear como padre de familia, es de lo mejor de su carrera, un loser total e insoportable que encima se cree winner e idea un plan de nueve pasos para triunfar en la vida. Personaje al que por supuesto todo le sale mal, pero al que la película nunca condena ni lo usa de hazmerreír, sino que además de reflexionar sobre los ideales norteamericanos a partir de él, le da la oportunidad de que se redima, de que aprenda como ser humano y cambie positivamente (la escena del tipo arrodillándose para que a su hija la dejen participar a toda costa en el concurso, es brillante.). Algo que no se ve en mucho en el cine actual: verdadero amor por sus personajes. Y contando con esto, mucho no importa cuantas veces parezca que ya hemos visto la misma película. Otra vez, los norteamericanos haciendo lo que bien saben hacer. Calificación: 8

Las Torres Gemelas

Siento que a nadie le gusto nada esta nueva película de Oliver Stone. Aquí una mirada un poquitito favorable. ¡Sigo bancando a Oliver!

Las Torres Gemelas (World Tarde Center - EU - 2006 - Oliver Stone)

Las Torres Gemelas tiene un muy buen comienzo, las primeras escenas hacen seguimiento a un grupo de oficiales de la policía portuaria de Nueva York en la mañana de un día de rutina: la despedida del hogar en la penumbra de la madrugada, los comentarios sobre un partido de béisbol en el trayecto del viaje en tren, la división de tareas una vez arribada la jefatura. Luego y sin perder mucho tiempo la película nos adentra en el ojo de la tormenta de aquel 9-11 a partir de la sombra de uno los aviones ciñendo la ciudad. No hay exhibicionismos ni efectismos gratuitos, Stone prefiere presentarnos los hechos de una manera realista y siempre desde la perspectiva de este grupo de policías, quienes encaran una improvisada y desesperada operación de salvataje al World Trade Center. Los impactos de los aviones suceden fuera de campo y de todo el proceso de destrucción del lugar, solamente se puede apreciar lo que captan los ojos de los personajes, ya que como Stone bien sabe, es inútil volver a reconstruir las imágenes que vio el mundo entero en vivo y en directo y con toda espectacularidad, ponchadas por decenas de cámaras. Una vez que estos personajes llegan a las Torres, la visión no elude cadáveres ni heridos sangrantes, algo contrario a lo que paso con la cobertura de los medios en aquel fatídico día, los cuales mediante una organizadísima censura eliminaron las imágenes que pudieran herir la susceptibilidad del pueblo norteamericano. Mejor aún, tampoco hay lugar para la hazaña y la aventura heroica, enseguida la situación supera a este grupo de policías y los edificios se les vienen encima, en un derrumbe recreado desde sus puntos de vista y de una manera terrorífica, con un sonido capaz de poner los nervios de punta. Fin de una primera media hora impresionante.
Siguiente hora y media, la película se convierte en todo un canto al “coraje y la supervivencia” protagonizado por un lado por los dos policías encarnados por Nick Cage y Michael Pena resistiendo bajo los escombros y por otro lado por sus familias y los rescatistas negándose a darlos por muertos. La narración se desdobla y la historia queda sepultada en el sentimentalismo. Todo se torna en un melodrama con mucho olor a Oscar que de tan recargado, por momentos resulta difícil de llevar. No esta mal, pero el interés que se proponía desde un principio cae enormemente.

Es que después de todo, Las Torres Gemelas puede que demuestre que algo esta cambiando en Hollywood y en la conciencia norteamericana en los últimos tiempos. Ya no se trata de buscar culpables y justificar ataques militares. La película nunca plantea hipótesis sobre la identidad de los responsables en los atentados y a excepción de un seco “bastards” y la intención se salir a vengarse expresada por el personaje secundario del marine, la película esta desprovista de odio y discursos revanchistas. Oliver Stone es consciente, como muchos estadounidenses, de que poco se sabe sobre lo que hubo realmente por atrás de los atentados, de que tal vez sigan librando una guerra al terrorismo de Bin Laden y que este halla fallecido hace rato a causa de una fiebre tifoidea (como se rumoreo hace poco). Se puede acusar a su película de carecer de riesgo y de la polémica que suelen despertar sus filmes. Stone se juega por la corrección política porque para él no hay nada más contundente, de momento, que el valor y el esfuerzo de los bomberos, paramédicos, policías, oficinistas y todos los trabajadores que participaron en los sucesos de aquel día. Y esta película, con sus altas y sus bajas, no es mucho mas que eso: un sentido homenaje a toda esa gente. Calificación: 5

Cara de queso

El pasado Lunes 16, por lo menos el complejo Cinemark sucursal Palermo estuvo cerrado por que sus empleados lograron organizarse y realizar una huelga como queja ante las explotadoras condiciones en que las trabajan. Hechos de este tipo se repitieron también en otras sucursales de otras grandes cadenas (Village y Hoyts principalmente) durante toda la semana pasada, incluso hasta con empleados detenidos y demorados en sus lugares de trabajo. Enterarme de esto último me causo bastante tristeza, como también me causo bastante tristeza recorrer todo el diario Clarín del Martes y demás medios y no encontrar ni la mas mínima información al respecto. Así que por este humilde medio, sepan que esto ocurrió y conozcan otra buena razón para no darle de comer a estas empresas hijas de mil puta, que no solo destruyen nuestro cine, sino que también forrean a mas no poder a pobres pibes.

Como tenía que ser, vi la hermosa película que viene a continuación en un cine más chico y con menos neon, donde por lo menos sus empleados, entre otras cosas, no tienen prohibido recibir propinas.

Cara de Queso (Argentina – 2006 – Ariel Winograd)

Cara de Queso llama la atención ante todo por su dinamismo y su fluidez, algo bien atípico en el marco del cine nacional. Dura noventa minutos, no lo parece y da la sensación de que su director elude todo el tiempo y a pura gambeta (es decir: a puro movimiento de cámara, con muchos travellings, steadycams, dollies...) todas las características del mas mediocre cine argentino que provoca los peores prejuicios por parte del público: deficiencia técnica, falta de tempo narrativo, impericia actoral. Punto, este último, donde la película mas se esmera y se hace fuerte. El trabajo con los actores es notable y la elección del casting, ecléctica y acertada. El elenco incluye desde figuras históricas como Luppi o Juan Manuel Tenuta hasta rostros rutilantes y prometedores del “Nuevo Cine Argentino” como Nahuel Perez Bizcayart o Martín Piroyansky, pasando por televisivos como Felipe Barroso o bizarros de la talla de Silvia Perez (Para los que todavía no se enteraron: ¡También actua y canta Sergio Denis!) y todos conviven en perfecta sintonía. La película narra la iniciación de Ariel en un country judio durante la década de los 90`, década menemista recreada a todo lujo de detalles. El despertar sexual, el ocio con amigos, las relaciones familiares y todo esos temas comunes en películas sobre iniciación están presentes, pero lo que la hace distinta es su capacidad para mezclar autobiografía con entretenimiento, profundidad dramática con humor grotesco, lirismo con narración certera. Es que el eclecticismo de Winograd no solo se reduce a una elección del casting, sino también a una idea de que es posible un cine argentino personal-artístico y a la vez popular-comercial. En un par de momentos el protagonista compara los campos de concentración nazis de la Segunda Guerra Mundial con el country en el que transcurre la historia. Ambos lugares hicieron lo mismo, apartaron a los judios del resto del mundo y Winograd de alguna manera se rebela contra esa realidad, tal vez de la misma manera que su película se rebela frente a las categorizaciones y los claustros del cine nacional, que parecen (solo parecen) no permitir salida. En fin, de alguna manera, un cine de rebelión. Calificación: 8

Incautos

En EL ODIANTE, la Nueve Reinas versión española.

Incautos (España - 2004 - Miguel Bardem)

Desde El Golpe hasta nuestros días, películas sobre estafadores (o timadores como gustan en España) nunca han dejado de hacerse. David Mamet supo dar una de las mejores exponentes de esta suerte de sub genero con Casa de Juegos y en nuestro país tenemos nuestro orgulloso referente en Nueva Reinas, de cuyo suceso en el mundo y especialmente en la Península Ibérica es consecuencia directa esta película de Miguel Bardem. El argumento es muy parecido al de la argentina: estafador de poca monta (Ernesto Alterio, el mismo que se subió al barco de Campanella en la reciente Vientos de Agua) conoce a estafador de alto nivel (Luppi) y pronto se ven involucrados en un trabajo que los puede salvar de por vida, un “mirlo blanco” según la jerga del filme. Algunos de los trucos que utilizan para los estafas son originales, otros no tanto, la realización es correcta y el guión cumple, aunque por momentos cansa con sus vueltas de tuerca. Pero lo que verdaderamente importa de Incautos es que nunca logra dejar de ser una más dentro de su clase. Poco se puede diferenciar esta producción española de cualquiera que se haga en Hollywood, por ejemplo. Es que por más que a sus responsables se note que les encanto Nueve Reinas, también se nota que nunca supieron ver que lo de Bielinsky era mucho más que una película sobre estafadores (una película sobre la Argentina del todos contra todos menemista, una película sobre la calle y la idiosincrasia porteña, etc.). Y ni mencionar que les falto la picardía y la onda de un Ricardo Darín. Calificación: 4

El tigre y la nieve

En EL ODIANTE, la nueva del director preferido del desaparecido Papa Juan Pablo Segundo, ese mismo Papa que también tenía entre sus interpretes preferidos a Diego Torres y su “Color Esperanza”.

El tigre y la nieve (La tigre e la neve – Italia – 2005 – Roberto Benigni)

Después del fracaso con Pinocho, Benigni vuelve a la formula de La vida es bella. La operación es similar, el actor narigón esta enamorado de un personaje femenino interpretado por la misma Nicoletta Braschi y desde el comienzo de la película hace de todo para conquistarla, hasta que en el medio... la tragedia irrumpe para separarlos. Claro que esta vez la tragedia no es la invasión del nazismo durante la Segunda Guerra Mundial, sino la reciente Guerra de Irak. Y si... la maniobra apesta tanto como se pueden imaginar, por que se nota falsa y desgraciada. Encima, en la primera parte de El tigre y la nieve no hay como en La vida es bella un intento por recuperar cierto humor slapstick y chaplinesco, que era agradable y muy cinematográfico, sino que ahora Benigni tiene unos cuantos años más y esta viejo, decadente y patético. Ya no tiene sentido del humor físico y no hay un chiste en la película con el que el tipo pueda hacer reír, ¡además el muy hijo de puta se la pasa en pijamas alrededor de un tercio del metraje! Pero de cualquier manera, lo peor sigue siendo la banalización de la tragedia histórica. Y acá también, hay guerra en la película y se evita lo terrible, siempre mostrando como hay que ponerle la otra mejilla a los asuntos. Bien en consonancia con el discurso del cristianismo y bien funcional a los grupos más poderosos y explotadores del planeta. Aclaro, el dos de puntaje es por el final, que si bien es ultra kitsch, tiene una pizquita de nobleza. Calificación: 2

¿Y tu que sabes?

El estreno en pantalla grande de la película a continuación solo se entiende por el boom Matrix. Su afiche reza: “Matrix arrojo las preguntas, esta película te da las respuestas”. Aclaro que aunque no me parece una joya del séptimo arte, simpatizo bastante con aquella película de los Hnos. Wachowski, pero eso sí, que daño que le hizo al cine en estos últimos años. Aquí una de sus secuelas tontas...

¿Y tu que sabes? (What the +$*! do we (k)now - EU- 2004 - William Arntz / Betsy Chasse / Mark Vicente)

Esto se puede leer como esos libritos que se venden por ahí para iniciados en algún tema o autor. En este caso sería: “Física Cuantica o Neurobilogía para Principiantes”. Una serie de explicados sobre la vida, la realidad, el amor, la felicidad, la vejez y todas esos temas importantes desde las perspectivas de estas teorías. La película se compone por dos partes entrelazadas, una documental con mucha entrevista a intelectuales y capos en la materia, y otra ficcional que sirve de ejemplificación para cada premisa arrojada en la otra parte. Lo que es documental es atrapante siempre en la medida que a cada uno lo seduzca el tema (a mi me sedujo), pero lo que es ficcional verdaderamente apesta. Se trata de unos bloques absolutamente innecesarios, feos, y de un didactismo de jardín de infantes, protagonizados por la actriz sordomuda Marlee Matlin (la misma que ganó el Oscar en los 80´ por Te amare en silencio) que por momentos alcanzan a producir una vergüenza ajena muy difícil de tolerar (¡Por Dios! ¡La escena del baile polaco con los sueros colgando es para retorcerse!). Todo con una estética absolutamente televisiva que poco tiene que ver con el cine. Calificación: 3

La última victima

El terror evidentemente es un genero bastante rentable para que se estrenen porongas como esta en los cines.

La última victima (Cry Wolf – EU – 2005 – Jeff Wadlow)

Primera escena: Minita corre por un bosque, asesino enmascarado la persigue, minita se tropieza, asesino se le acerca, minita se esconde, asesino la llama al celular que ella tiene encima, el aparato suena, asesino la ubica, asesino le pega un corchazo. Lo que viene luego es mas de la misma receta: puro cliché + una pizca de inteligencia. High School, jóvenes ricos y aburridos, pendejitas lindas, psicopata asechando por ahí. Hay algún momento bien logrado, nada fuera de lo común, pero pasable. El gran problema es el final. Esta es otra de esas películas con finales dotados de vuelta de tuerca alla Sexto sentido o Sospechosos de siempre, esos finales que tienen una serie de flashbacks en los cuales se le muestra al espectador como en realidad era la cosa para que este se sorprenda y diga: “¡Que guachos, que bien la pensarón!”. Pero la verdad es que en este caso no la pensaron nada bien, el final de esta película es cuaaalquieeeraaa (Y este año ya van varias así: Alta tensión, El juego del miedo 2, Noche diabólica) La gran pregunta es: ¿por que esta de moda en el cine este tipo de recurso? ¿Se trata de la negación de la narración clásica en pos de una identidad narrativa actual? ¿Se trata de las ganas de sorprender a un espectador que ya no se puede sorprender con nada? (Y si, estamos en los tiempos de DVD y todos tienen acceso a todo tipo de cine.) ¿O se trata de una simple maniobra desesperada para tratar de llamar la atención del público y su bolsillo? No lo se... acepto otras hipótesis. Calificación: 3

Terror a bordo

Finalmente Riquelme esta fuera de la selección. Un jugador pecho frío, falto de vertigo, de gracia, un bodrio total. Y no se discuten sus condiciones de jugador, pero como hincha, el fútbol para mi es algo más que un deporte (no se si llamarlo espectaculo) y ver a este tipo con la 10 realmente me aburría mucho. Así que para celebrar y contrarrestar la apatía riquelmista... una película con toda la onda.

Terror a bordo (Snakes on a plane - EU - 2006 - David Ellis)

Cuentan las leyendas en internet que a Josh Friedman, co-guionista de la reciente versión de La guerra de los mundos- le llego el encargo de completar el guión de un proyecto caratulado como “Snakes on a plane”, un título que le pareció absolutamente insuperable. Entre idas y venidas con los estudios, Friedman nunca consiguió el trabajo y lo que es peor: se entero de que el proyecto había mutado el nombre por el insípido “Pacific Air Flight 121”. Indignado ante la situación, el hombre se manifestó desde su página hucksblog.blogspot.com elevando el título de “Snakes on a plane” al status de frase generacional, aportándole un sentido que al español bien se puede traducir como “que te puedo decir”, “que se puede hacer” o “las peores cosas pueden ocurrir”, ideal para ser usada cuando algo sale mal. Resulta que el escrito tuvo tanta repercusión en la red que cientos y cientos de personas se manifestaron ante el estudio para que el titulo vuelva a ser el de antes, pedido al que se termino de hacer caso cuando Samuel Jackson, convocado para protagonizar la película, puso como condición indispensable que se llamara finalmente “Snakes on a plane”. No solo eso, el fenómeno hizo tanto ruido en Estados Unidos que la película tuvo miles de fanáticos aún antes de ser terminada y los estudios hasta decidieron, por pedido de la gente, filmar nuevas escenas para pasarla de apta para mayores de 13 años a apta para mayores de 18 y hasta agregar a Jackson diciendo: “I want these motherfucking snakes off this motherfucking plane”. Claro que la burocracia de los distribuidores nacionales termino finalmente por arruinar el título en cuestión con su original Terror a bordo, ( título q encima lleva una película de Phillip Noyce con Nicole Kidman de hace unos añitos nomás)

Y bien.. a todo esto: ¿pueden adivinar de que se trata la película? Ni mas ni menos que de eso: 450 serpientes sueltas, drogadas y excitadísimas en un avión lleno de pasajeros, y en el medio, un detective -Jackson en un papel en el que muestra toda su autoridad- protegiendo a un testigo clave para que llegue a declarar contra un capo mafia de la peor calaña. Y así es, tan absurda como se pueden imaginar (Dirigida por David Ellis, el mismo de las absurdísimas Cellular y Destino Final 2) y por esa misma razón, entretenimiento puro. Sin ningún tipo de pretensión mas que darle al público toda la diversión que desea. Si bien es mas efectiva como comedia que como filme de suspenso, la presencia de la bichas nunca deja de ser tensionante. Estas serpientes entre reales, de plástico y diseñadas por CGI, son capaces hasta de masturbar a una vieja de sesenta años, morder tetas y porongas, o comerse a un tipo vivo enterito enterito. Hollywood ha sabido escuchar y ha aprendido, la gente esta cansada de su espectaculos solemnes, conservadores, y puritanos (o en terminos más propios: "caretas"), y es por esta razón que esta película con su argumento clase B que parece robado de alguna bizarreada exhibida en Sábados de Superacción ya se ha convertido en todo un fenómeno internacional y acá en nuestro país tampoco faltan espectadores.

Otro Septiembre, y esta película que fácilmente puede funcionar como contrapunto de Vuelo 93 de Paul Greengraas, demuestra que después de aquel 11 de hace cinco años, con terroristas armados o serpientes que ironicamente provenien en su mayoría de “medio oriente” –para los norteamericamos y el mundo- los aviones son el nuevo lugar donde yace el terror. Calificación: 7

Division Miami

Los amantes de la acción y el policial, de parabién. Directo a DVD y en todos los videoclubes: Fulltime Killer de Johnny To (¡Alquílenla ya!). Y en cines, una de las mejores películas de genero del año...

División Miami (Miami Vice – EU / Alemania – 2006 – Michael Mann)

Lamento desilusionar a alguno, pero desde ya les advierto que no están esos colores blanco y salmón predominando en los trajes con remera, ni los hits de sintetizador decorando cada persecución en lancha o descapotable, ni mucho menos el jugador de pelota vasca y esa especie de cacatúa (¿A que no se acuerdan de esto?) que se pueden ver en la presentación de la nostálgica serie. Es que no se trata de otro regodeo en el nuevo fetiche pop de turno, sino que lo de Michael Mann es en serio. Su nueva película es un policial lúgubre, violento, melancólico, de esos como los que ya no se hacen, en el cual la marca División Miami y los nombres Sonny Crocket y Ricardo Tubbs funcionan solo como gancho marketinero. Hasta por momentos (y creanme que no escribo ninguna barbaridad) esta nueva versión de División Miami se parece a una película de Wong Kar-Wai: los encuadres, los movimientos de cámara, la espectral paleta fotográfica, Gong Li protagonizado otro amor irrealizable. Algo atípico si se tiene en cuenta la estupidez del cine de acción de moda en el mainstream, con sus explosiones gratuitas y sus héroes de cartón haciendo un chiste cada vez que acaban con un tipo. Acá -y como también pasaba en Fuego contra fuego o Collateral- los malos tienen cara de malos en serio y a todos los personajes se les cree, tanto como cuando pelean, como cuando garchan; y sí... las escenas de acción son pocas, pero siempre precisas y funcionales a la trama.
Los tiempos han cambiado, no estamos en los ochenta, los narcos ahora usan notebook, pen-drivers y satelites (como muestra Mann siempre atento a los avances de la tecnología) y el tráfico de droga se ha puesto más jodido todavía. Mann también cambio desde aquellos días al sol con Don Johnson, ahora es un director personal, adulto y arriesgado y ya se ha convertido en uno de mis preferidos. Hacen falta más policiales como este. Calificación: 9

Vuelo 93

Hoy se cumplen 5 años del 11-S, así que nada mejor que dedicarse a una película sobre lo ocurrido en aquella fecha.

Vuelo 93 (United 93 – EU / Francia / Reino Unido – 2005 – Paul Greengrass)

En lo primero que uno puede pensar al presenciar algunos momentos de esta película, es que esta ante una reconstrucción de los hechos relacionados con el cuarto avión que se estrellara la mañana del 11-S (ese que supuestamente iba a dar contra el Capitolio en Washington), producida por un programa de noticias o algún canal de documentales. Algo bastante alejado de lo que comúnmente son las ficciones cinematográficas de Hollywood basadas en hechos verídicos. Sin tramas secundarias innecesarias, ni heroísmos individuales a caballo de alguna estrellita de turno, ni escenas romantizadas, o música remarcando cada emoción. Una película que esta mas cerca de la manera setentosa de reproducir en pantalla grandes sucesos históricos, que de la actual: post-Titanic y amanerada. Lo que propone Greengrass es un acercamiento crudo, seco, contundente sobre los hechos. Y los resultados son bestiales (La escenita final con esos pasajeros desesperados encabezados por el ex - luchador de judo enfrentados a ese terrorista tan joven y parecido al Kun Agüero, es terrible), sin actores famosos y con una cámara puesta casi siempre en la perspectiva de alguno de los sujetos involucrados. Lo que la película vende es la mirada mas realista sobre lo que pudo haber pasado en ese avión.

Ahora la gran pregunta es: ¿qué paso en realidad? Lo que hace ruído desde el principio hasta el final en Vuelo 93 es justamente esa manera realista de enfocar el tema cuando nunca se va a saber bien que es –y perdonen la tautología- lo que en “realidad” paso, ya que ningúno de los testigos sobrevivieron a la tragedia en cuestión. O sea: toda una contradicción. La anécdota de la realización del filme es que Greengrass y su equipo contaron con los alegatos de los familiares de las victimas, quienes recibieron llamados telefónicos de sus allegados desde el avión dándoles información sobre lo que estaba pasando minutos antes de que todo se fuera a pique. Pero: ¿alcanza esto para construir la totalidad de la realidad que construye la película? Por ejemplo: ¿para saber que ocurría en la cabina entre los terroristas? Ok, también esta la caja negra del avión. Pero momento, cuando ante los ojos del mundo una de las hipótesis es una conspiración encubierta en parte por el gobierno de los EU, esto tampoco alcanza como fuente fiel. Vuelo 93, no hace mas que legitimizar la versión oficial, sin nunca dejar lugar a las preguntas. Algo que no deja de resultar siniestro, ya que Hoollywood y los medios nunca dejaron de ser funcionales a un enfoque unilateral sobre los hechos, antes (Presten atención a la apología sobre el 11-S en películas como Swordfish o Daño Colateral en la que un bombero protagonizado por Arnie “gobernador de California” Schwarzenegger pierde a su familia en un atentado terrorista, ambas realizadas antes de la fatídica fecha), durante (acuérdense de la llamativa organización para censurar los cadáveres y la sangre en todas las señales de televisión) y después de que ocurrieran (y acá es cuando se ubica esta película.).

En fin, toda una experiencia cinematográfica potente y atípica, pero que a la vez resulta imposible ver con inocencia y sin cuestionamientos. ¿Se animaran a hacer una película sobre el avión que se estrello en el Pentágono? Calificación: 6

Manderlay

En la entrega anterior de EL ODIANTE nos dedicamos al indio Shyamalan, un director petulante, vanidoso... creidísimo; adjetivos que para nada desentonan en el responsable de la película a continuación.

Manderlay (Manderlay – Dinamarca / Suecia / Holanda / Francia / Alemania / Reino Unido – 2005 – Lars Von Trier)

Hay algo que hay que reconocerle a esta película y son las ideas que posee su guión, que no solo le sirven a Von Trier para hablar de la esclavitud y el racismo en EU, sino que además lo convierten en un interesante ensayo sobre las relaciones de poder y la naturaleza humana en si. Cuento un poquito: Grace (el personaje interpretado otrora por Nicole Kidman) llega al pueblito del titulo y se entera de que en este todavía existe la esclavitud, luego de ser abolida setenta años atrás. Con ayuda de su papi mafioso y su horda de matones, Grace –ahora interpretada por otra ayudada por papito: Bryce Dallas Howard, hija de Ron Howard- libera a los esclavos, pero... resulta que los negritos a lo largo del relato quieren seguir siendo sometidos. Hasta acá bien, el gran, grandísimo problema es la manera en que se propone Von Trier filmar sus ideas, o mejor todavía, el ideal que tiene sobre el cine como arte. Devuelta el tedio insoportable de la obra de teatro filmada, peor que eso, en el teatro el espectador se puede proyectar sobre los actores. Acá las actuaciones están fragmentadas por un montaje de mierda que no permite ni la más mínima empatia o catarsis del público y la voz en off propuesta por este semi Dios danés se empeña en subrayar cada emoción de los personajes. Y así como poco importan los actores y sus labores (Cómo carajo se prestan Lauren Bacall, Williem Dafoe y John Hurt, no lo se), tampoco importa la puesta en escena, ya que devuelta en una repetida y supuesta “provocación estética” se anula el escenario y se lo cambia por el infinito negro y las marcas en el piso. En definitiva, poco importa la imagen, lo único que importa parece ser el discursillo grandilocuente y omnipresente del tipo, ahora obsesionado con Estados Unidos, tema que en vez de parecer de un genuino interés parece otra maniobra apuntada a llamar la atención de forma mas masiva. Como obra literaria o como obra teatral, puede estar bien, pero como obra cinematográfica esto es una garcha. El ambiente en que transcurre la película fácilmente recuerda al de Días de Gloria de Terence Malick, como en aquella hay campo con agricultores explotados, terratenientes agazapados en una mansión panóptica y hasta hay en Manderlay una tormenta de arena pronta al desenlace que bien podría ser una transiguración de la invasión de langostas de la otra. La diferencia es que lo de Malick es cine al 100%, puro amor por este arte, una búsqueda apasionada y genuina dentro del universo de las imágenes. Lo de Von Trier es algo contrario, el cine para él es solo un instrumento para hacer ruido y promocionarse como supuesto artista provocador y relevante. Una verdadera farsa. Calificación: 2

La dama en el agua

¡Una verdadera lástima! EL ODIANTE es un gran admirador de la obra previa de Shyamalan, quién es el que verdaderamente esta en el agua en esta película. Aquí otra de las decepciones del año.

La dama en el agua (Lady in the water - EU - 2006 - M. Night Shyamalan)

Después de romperla con Sexto Sentido –por la cual se cuenta que Bruce Willis, quién había firmado un contrato por el veinte por ciento de las ganancias de la película, llego a cobrar más de ¡100 millones de dólares!- M. Night Shyamalan consiguió una autonomía y una libertad en la industria rara vez conseguida por un director principiante. A Sexto sentido le siguió una obra personalísima en la cual sucedía un accidente de trenes y nunca se lo mostraba (El protegido), luego un tratado sobre la fe en el cual una invasión extraterrestre funcionaba solo como macguffin (Señales), y mas tarde una fuerte alegoría a la política practicada por Estados Unidos disfrazada de filme de terror (La aldea). En fin, Shyamalan tuvo tempranamente el poder necesario para hacer lo que quiso, mientras sus películas seguían siendo rentables y cosechaban fanáticos, indiferentes y detractores por igual en el mundo entero.
Ahora bien, de todo ese poder para satisfacer todos sus deseos creativos, Shyamalan hace abuso en La dama en el agua y termina así por conseguir su película más caprichosa, narcisista y fallida hasta la fecha Concebida a partir de una historia que él mismo creo para contar a sus hijas a la hora de ir a dormir (dato que mejor explica la enorme ingenuidad y chatura argumental) la película narra que es lo que ocurre cuando una narf perteneciente al “mundo azul” -una especie de cruza entre ninfa y sirena encarnada por Bryce Dallas Howard- aparece en la piscina de un complejo de departamentos al encuentro del encargado del lugar (encarnado por Paul Giamatti, tal vez, el mejor actor al que Shyamalan le halla tocado dirigir hasta el momento.). Aunque bien se la puede describir como una mezcla de cuento de hadas, comedia auto paródica y filme de terror con elementos que parecen sacados de un relato de H. P. Lovecraft, La dama en el agua es ante todo una película inclasificable, indefinible. Si bien mantiene su interés nunca parece tener bien claras sus intenciones, hace reír cuando realmente dan ganas de ser aterrorizado y carga todo con música solemne y diálogos grandilocuentes cuando realmente dan ganas de reírse. Ni tampoco parece tener claro con que espectador quedarse, es lo suficientemente extraña como para lograr cautivar a un público masivo y se encarga de pegarle a la prensa con el personaje de un critico de cine que es el bobo hazmerreír de la historia y lo peor: la única victima humana brutalmente asesinada que hay en todo el metraje. Eso si, el mismo Shyamalan, en un acto de absoluta vergüenza ajena actúa a un escritor al cual la narf, con sus poderes sobrenaturales, le predice que sus libros “van a cambiar el mundo”. ¿No será demasiado lo del indio? Le falto colgarse en una cruz y ponerse el "INRI" arriba. Así que deberá volver a esforzarse un poco más y creersela un poco menos en su próxima película si quiere salir a flote y no perecer en las aguas de su propia vanidad. Calificación: 3

Destino Final 3

En EL ODIANTE la tercera parte de la saga más ridícula de los últimos años. Ya esta en DVD.

Destino Final 3 (Final destination 3 – EU – 2006 – James Wong)

El argumento de todas las películas de esta trilogía es el mismo, sin ningún tipo de variantes: chabón o chabona tiene la visión de una catástrofe minutos antes de que ocurra y gracias a eso salva su vida y la de un colectivo de personas a las cuales “la muerte”, mas tarde persigue de las maneras más rebuscadas hasta acabar con todos. Claro, la primera pregunta que uno se hace cuando le venden este argumento es: ¿por qué carajo “la muerte” en vez de hacer tanto bardo para acabar con cada una de las victimas a las que ya les marco su “destino final” no les hace dar un ataque cardíaco o un derrame cerebral? Esta bien, no importa, cuantas buenas películas se han logrado con las premisas más absurdas (Desde ya las recomiendo que tengan en cuenta una que se estrena dentro de poquito en cines: Terror a bordo o en ingles, Snakes on plane.). Pero díganme sino sería un gran final para estas películas que después de que los protagonistas hacen de todo para salvarse de la parca, esta les de una muerte súbita. Y lo que es esta tercera parte en particular, que desde ya es más de lo mismo, lo único bueno es el placer adolescente de presenciar la continuación de un catalogo de muertes estilizadas. Y las hay muy buenas aquí, en particular las que incluyen montaña rusa y camas solares. Pero después, solo los horrores de guión son imperdonables. Esto bien se parece a las franquicias splatter de los 80´ marca Martes 13 o Pesadilla, las cuales uno solo alquilaba para ver como Jasón mataba a dos tipos cogiendo atravesados con una lanza, o como Freddy convertía a un personaje en aceituna y luego se lo comía en una pizza. Con mi amigo Cato teníamos un juego para ponerle un poco mas de onda a este tipo de películas: apostar antes de que comiencen cuantas victimas mortales iban a haber desde el principio hasta el final. ¡Pruébenlo! Calificación: 4

Click, perdiendo el control

En EL ODIANTE lo nuevo del "cabeza de huevo" Adam Sandler.

Click, perdiendo el control (Click - EU - 2006 - Frank Coraci)

Si los personajes de Sandler vivieran en la Argentina, fácil es imaginarlos colgados a un para avalancha los Domingos o insultándose con un colectivero en una esquina. Poseedores de una furia latente como producto de una fuerte insatisfacción y en la espera al primer click para ser manifestada. Si en Happy Gilmore era un palo de golf, o en La mejor de mis bodas era un micrófono, en Click el instrumento para canalizar toda esa emoción reprimida es un control remoto universal -pero entiéndase universal en un sentido más literal- lo que le permite al nuevo personaje de Sandler, un arquitecto workholic al que no le alcanza su tiempo, manipular su vida como si fuera una pantalla de televisión. Si bien la película no parte de las premisas mas originales y se sirve de un argumento en donde la realidad se combina con las reglas y posibilidades de los formatos audiovisuales –algo ya explorado por Búster Keaton, Woody Allen o películas como The Truman Show- la gracia reside en el agregado de todas las posibilidades que ofrece el DVD. Sandler no solo puede poner en pausa o adelantar en fast foward el mundo con su control remoto, sino que además puede saltar a capítulos, acceder al menú de su vida o hasta poner una banda de audio con comentarios. Y esto sumado a grandes dosis de un humor escatológico y desenfrenado hacen de Click una de las comedias sandlerianas mas divertidas de los últimos años. El problema esta que con el correr del relato el guión empieza a molestar con ciertas incoherencias. ¿Por qué el remoto permite avanzar pero no retroceder? Esta es solo una de las preguntas que encuentran respuesta en el tono aleccionador y melodramático con el cual la película se propone cerrar. Hacia el final la comedia se tiñe de drama y la moralina conservadora se hace clara: el éxito y el dinero no es lo principal, “ante todo la familia”. Esperemos que esto no sea el comienzo de un Sandler preocupado por que sus películas tengan otra importancia. ¿O acaso alguien quiere otro Robin Williams? Calificación: 6

Mondovino

Esta semana me paso lo que ya mas de una vez en lo que va del año: querer ir al cine y terminar en el videoclub alquilando un par de DVDs. Lo único que me interesaba en todas las salas de Belgrano era Tarnation, que se exhibe en DVD y faltaba una hora para el comienzo de su función, y Volver, a la cual pensaba ir a ver en otro momento con acompañante. Lo demás ya lo había visto hace semanas o era resabio de vacaciones de invierno o eran películas que no incentivaban a pagar una entrada. ¿Pagar casi 10$ por un Chabrol deslucido o por otra de animación mas? No. Si ser cinéfilo infiere ir a salas de cine bastante seguido pues bien, con toda honestidad, me cago en la cinefilia. Cada vez me cuesta más ir al cine.

Por esto no me queda otra que acercar el comentario de una película que vi hace un tiempo en una privada con unas cuantas copas de vino, la cual además, se exhibe actualmente en cines.

Mondovino (Argentina, Francia, Italia, EU – 2004 – Jonathan Nossiter)

Cualquiera que conoce sobre la globalización sabe que este proceso tan discutido produce una erosión en las identidades individuales en pos de una identidad global. Algo que afecta a comidas, vestimentas, cine... en fin, a las poblaciones y su cultura, lo que también incluye por supuesto al vino, móvil de este documental. El director Nossiter, trata ágilmente y con mucho humor esta problemática y lo que ya es mucho, sin un tono globalifóbico ni catastrófico. El problema es que trata un conflicto global a partir de un conflicto bastante burgues, lo que provoca un poco de distanciamiento. Paso a explicarme. Lo que hace la película es colocar en un rincón a los productores chicos, tradicionales, artesanales, responsables de vinos mas personales y en otro rincón a los productores grandes, masivos, industriales, responsables de terminar con la personalidad de cada vino con el objeto de llegar con sabores estandarizados y accesibles a un público más global. Ahora bien, lo que se discute desde cada bando es si una botella que vale “200 Euros” debe mantener tal sabor o no. Ok, no solo que miles de niños se mueran de hambre en Africa es un problema, sino que esto también, además no hay que ignorar las grandes implicancias que tiene. Pero: ¿Cómo no sentir un poco ajena esta película cuando uno acostumbra a tomar (con suerte) vinos de 5$ y 10$? (¡Valderrobles! ¡Michel Torino! Ustedes saben de que hablo) La hipótesis es buena, no el objeto que se toma para el estudio. Todo esto me hizo pensar en, por ejemplo, Supermercados DIA y sus góndolas repletas de productos DIA donde uno puedo encontrar salchichas DIA que cada vez tienen menos gusto a salchichas y tienen más gusto a DIA. Y también me hizo acordar a algo que leí no hace mucho por ahí, de cómo las galletitas Melba habían perdido su gusto robusto, amarguito, absolutamente personal y se habían convertido en una galletita dulce mucho más suave y fácil de llegar a cualquier paladar. En fin, problemas con el sabor más cercanos a nuestra cotidianeidad.

Otro punto, si hay algo que no debe ser un documental es ser manipulador. Que a un personaje para dejarlo como al villano lo coloquen hablando en off mientras en pantalla se muestra una cara de un perro bulldog gruñendo o una gorra del FBI, no esta bien. Que el público decida quién es el villano y quién no, es un documental, no un policial. Entre esos villanos que elige señalar Nossiter hay un critico de vinos que influye en la deformación de la identidad de cada viñedo. Y que ese critico sea uno de los malos de la película es algo con lo que no estoy de acuerdo. El critico puede ser cómplice, pero la culpa recae principalmente en un sistema que no permite el dialogo con otros críticos y en una industria y un público absolutamente esnob que hacen modificar el vino hasta que le guste a este hombre. Esto sería como echarle la culpa a un critico de cine por el hecho de que Hollywood cambie sus películas al gusto de sus reseñas (algo que nunca va a pasar).

En una entrevista leí que todos estos elementos que pueden resultar manipuladores, Nossiter los incluyo para hacer de la película una comedia “humana”. Ahora yo me pregunto: ¿Existe la comedia no-humana? No importa, mas alla de todos estos puntos, Mondovino es una película ante todo alegre, actual, necesaria y que toca un tema que de cualquier manera merecía la re- pena ser tratado. Merece ser vista. Calificación: 6

16 calles

Como suele pasar ultimamente, lo mejor de la semana lo vi en DVD. En estos días llego a los videoclubs en zona 1, Brick. Una especie de policial negro y universitario que, si bien no es una maravilla, reboza de personalidad y tiene la cualidad de ser de esas películas que dan ganas de ver más películas. Además viene como una de las nuevas sensasiones del cine independiente americano y entre otras cosas tiene a Lukas Hass (el nenito de E.T.) como un villano al que le falta un pedazo de gamba. Nada más. ¡Busquenla! A continuación, el policial mediocre, el que sí pasa por cines.
16 calles (16 blocks - EU - 2006 -Richar Donner)
El más de un kilómetro y medio al que alude el titulo es la distancia que deben recorrer de la Gran Manzana Neoyorquina un detective venido a menos, rengo y alcohólico -personificado a tono por el hecho mierda Bruce Willis- y su protegido testigo –el verborragico y por momentos insoportable Mos Def- para llegar a salvo a una declaración en tribunales. No solo eso, sino que también es la distancia que deben recorrer para lograr su redención en la sociedad. Lo último del director de La profecía y Superman versión Christopher Reeves, es un policial por demás predecible y convencional, con argumento muy similar al de Ruta suicida de Clint Eastwood y otras tantas dentro del genero policial. Una película que en principio presenta cierto riesgo, mostrar a villanos pertenecientes a una policía de Nueva York no exenta de corrupción (Institución que parece intachable después de su heroico papel, junto al cuerpo de bomberos de la ciudad, jugado en el 11-S), y que tiene como tema central la dificultad de la gente con antecedentes penales para reinsertarse en la sociedad americana. Claro que con el correr del relato esta policía sale bien parada y el tema “importante” no hace más que perjudicar una narración que no logra ni una sola escena atrapante. Una muestra de la actual decadencia de algunos directores de genero como Donner (Otros: Pollack, Mc Tiernam) y la falta de cintura de esos héroes de acción como Willis, que tanto nos hicieron vibrar en décadas anteriores. Calificación: 5

Piatas del Caribe 2: El cofre de la muerte

¡Alegría! Con esta película logre compartir una función con un grupo de seis amigos, algo que no me pasaba desde hace mucho tiempo. Con picada y hasta fichines previos. ¡Bienvenidos a las vacaciones de invierno!

Piratas del caribe 2: El cofre de la muerte (Pirates of the caribbean: Dead Man´s Chest – EU – 2006 – Gore Verbinski)

Cine de aventuras a la manera clásica, algo que no abunda y por lo tanto es bienvenido. Hasta hay un calamar gigante en clarísimo homenaje a Julio Verne y sus 20.000 leguas de viaje submarino, un clásico de clásicos. Además dirige Verbinski, un tipo que viene en ascenso (desde este blog se insiste: alquilen The Weather man, es de lo mejor del año), otra de las razones que hacen de esta película una agradable propuesta. Ahora... ¿qué paso? Se supone que esto es entretenimiento asegurado. Bien, mas de uno se aburrió en unos cuantos tramos. ¿Por qué? Primero y ante todo atrás de esto esta la Disney y se nota el calculo vil y ambicioso de una de las compañías mas voraces y sanguinarias (Si, si, los mismos que producen Bambi 2). Por lo tanto la película esta llena de vueltas y vueltas. El guión es de una dilatación de situaciones insoportable por algunos momentos, guión con el cual se nota la intención de enganchar a todos a la manera Matrix o El señor de los Anillos, con una segunda parte que te deja esperando la tercera. Además, ¡es la fucking Disney!, hay piratas y monstruos, son todos guachos, pero los que mueren son extras o sino los resucitan. Cero crueldad. Poco erotismo. Todo rosita. Falta que hable algún animal o aparezca el ratón Mickey con un parche en el ojo. Segundo, Verbinski es bueno y ha demostrado su integra calidad de profesional, pero el muchacho no es Spielberg (La escena de la isla de los caníbales es muy Indiana Jones, pero lejos esta de la inventiva de esta), tampoco es Tim Burton (El interior del barco del villano Davy Jones es muy burtoniano pero a la vez también le falta un montón.) como para hacer de la película algo mas que entretenimiento. Tercero, Jack Sparrow pasa de ser carismático a ser un monigote. Tercero bis ¿Quién me dijo que aparecía en pantalla Keith Richards (En quién se dice Johnny Depp se inspira para componer a su pirata)? ¡Me quede mas de dos horas esperándolo!

En fin, una película entre buena (me tiro más a buena) y regular. Ahora sí, ir al cine e ir con un buen grupo de amigos suma puntos a cualquier película. Calificación: 6

Siete, el número equivocado

Los hijos mogolicos de Tarantino presentan una película que ya se puede conseguir en el videoclub...

Siete, el número equivocado (Lucky Number Slevin – EU – 2006 – Paul McGuigan)

La influencia de Tarantino con su irrupción hace ya mas de una década ha tenido resultados positivos y otros absolutamente negativos. Una buena muestra de esto último son las películas del Guy Ritchie y también este policial pretencioso y pasado de vivillo al que no se como se presto un elenco que incluye a Bruce Willis (¡No Bruce! ¿Pensabas que te ibas a meter en otra Tiempos Violentos?), Morgan Freeman, Stanley Tucci y el ¡Sir! Ben Kingsley. Puro cliché: padrino mafioso que si te equivocas en el nombre te manda a ejecutar, asesino a sueldo de palabra justa, apostadores que creen poder salvarse con un número, todos con sus diálogos “inteligentes” y sus toques cool con los cuales el guionista quiere dejar claro a cada minuto lo listillo que es. Y todos, combinados en una trama que apuesta a sorprender con sus giros pero lo único que termina haciendo es mostrar lo mal que se pueden hacer las cosas cuando realmente uno no la tiene clara. Nomás con las escenas engañosas y las contradicciones de los personajes alcanzan para que esta película se deje de tomar en serio. Que quede claro que con verse Yojimbo de Kurosawa y un par de películas más no alcanza. Para ser un Tarantino hay que pelarse el orto en el videoclub. Por suerte me la pasaron en DVD. Ahora si quieren ver algo bueno les recomiendo del mismo director, en su etapa previa a zarpar para Yankeelandia, El gangster (Gangster No. 1). No tan canchera, con el plus del british taste y la actuación con la que Paul Bettany (Para los que no lo conocen: el medico compañero de Russell Crowe en Capitan de Mar y Guerra) se hiciera conocido. Calificación: 3

Bañeros 3, Todopoderosos

Aquí una colaboración Quepelotudo. Un comentario sobre la película en cuestión mucho mas desacartonado y sentido que cualquier otro comentario que se pueda leer por ahí.

Me tomare la libertad de colaborar con El Odiante comentando una pelicula que seguramente él nunca comentara.
Bañeros 3, Todopoderosos (Argentina - 2006 - Rodolfo Ledo)
Se apagan las luces, aparece el cartelito de argentina Sono Film con la musica tipica, empieza la peli. Gino, Emilio, Paco... "¡aguante brigada z, aguante bañeros!" Paolo en su camion pintado con aerosol "re looooco" y sus frases al estilo "loco, ¿nadie tiene un incienso?", y eso. Y Guille, Guille Francella en una lancha, muy gracioso. Luciana Salazar y Pamela David, divinas. Y tres nuevos bañeros, que por mas que hayan hecho programas de discutible (lease baja) calidad en tv son graciosos. ¿o acaso Emilio alguna vez hizo alguna maravilla en tv? ...Podría haber estado buena,
¿porque no lo estuvo?
El primer punto a considerar es que las peliculas anteriores de Bañeros eran malas, echas a los pedos, dobladas para el ojete, sin argumento, con planos largos, feos y sin ningun valor cinematografico. Eran películas hechas para que vaya la gente al cine, pase el rato, pague la entrada, no piense, se cague un poco de risa y se vaya a su casa contenta. Pero tenían algo, no se que es, algo que hizo que 17 años despues la gente todavía quisiera una secuela de esas películas de mierda. A pesar de contarme entre ellos, no se explicar que es ese "algo", lo que si se, es que Bañeros 3 no lo tiene. Bañeros 3 es una película mala, pero no tan mala para convertirse en buena como las originales. Bañeros 3 pretende tener una linea argumental. Bañeros 3 pretende tener correccion tecnica, con travellings, excesivos rebotes de luz y explosiones bien hechas, y la música... ¡por dios, la música es horrible! Y Emilio convertido en una especie de Patiño pedorro. De los asquerosos personajes de Freddy, De la Rua (De la Ruaaaa!!!!), Bianchi y Pergolini, el único que le sale bien, (y bastante) pero como que no era el lugar para demostrarlo. Y este pequeño hecho revela la verdad, si el titulo hubiera sido "la pelicula de No hay 2 sin 3" hubiera sido mas coherente, mas digno. pero claro, eso no vendía. entonces le mezclaron con la brigada, pero sin tener nada de la brigada. Le metieron bañeros, a pesar de que en la playa estan 15 minutos. La pusieron a Luciana Salazar y a Pamela David, que ni siquiera muestran mucho el culo y ni se pelean entre si. Es mas, ni aparecen en la misma escena. Ni van al casino. No entiendo que quisieron hacer, pero lo que les salio, no es Bañeros 3. ¡Haganse un favor! Si les agarran ganas de verla miren de nuevo la 1 o la 2, hagan de cuenta que esto nunca existió como lo voy a hacer yo. ¡Mentasti, la puta que te pario!

Superman Regresa

¿Alguien esperaba con ansías la vuelta de este héroe? El ODIANTE definitivamente no.

Superman regresa (Superman Returns – EU – 2006 - Bryan Singer)

Para ser franco, nunca me intereso el personaje de Superman. Creo que tiene un problema que bien define Umberto Eco en su Apocalípticos e Integrados: es un héroe sin adversario, y por lo tanto sin posibilidad de desarrollo al cual se añade que, por estrictas razones comerciales (y también psicológicas), sus aventuras son vendidas a un público perezoso. Un público perezoso como el que prevee Hollywood para esta película y el tsunami de garchas con las que siempre nos inundan en vacaciones de invierno. ¿Cuál es la gracia de un personaje que todo lo puede? Volar a la velocidad de la luz, escuchar voces a kilómetros de distancia, hacer rebotar las balas con su pecho, ¿qué mas?... también debe de tener la pija mas grande de todas. Así que: ¿como producir un conflicto estimulante a partir de estas premisas? Para los que no lo saben, esta Superman versión 2006 es algo así como una continuación de la Superman II protagonizada por Christopher Reeves y dirigida por Richard Lester (¡el mismo de la beatlenianas Help y A Hard Day´s Night!). La película retoma a partir de la vuelta a la tierra del hombre de acero después de un viaje a Krypton para indagar sobre su identidad. Como en la Batman Inicia de Christopher Nolan hay exposición de aspectos oscuros en la vida del héroe. Qué hizo Superman durante tantos años de ausencia. Cómo es la adaptación de vuelta en la tierra. Qué paso con Louise Lane. Lo mejor: parece que finalmente se garcho a la Luisa y le hizo un hijo que heredo sus poderes. Pero definitivamente no importa mucho lo que se cuente, por que todo se cuenta con poca gracia, las escenas de acción son escasas y poco creativas, los personajes carecen de carisma y no están bien desarrollados (sobre todo el que la da nombre a la película, personificado por el ignoto Brandon Routh, al que seguro eligieron por que se debe de haber dejado romper el orto por algún productor) y todo es absolutamente predecible. Lo que la hace zafable es algún momento de humor bien logrado, y una emotividad medida a partir de un Superman martirizado y jugado por su familia. ¡Ah! Y me olvidaba, por el amable trabajo de Kevin Spacey como Luthor. Después, lo de Singer es pura rutina profesional, las virtudes de sus X-men desaparecen, y parece nunca decidirse del todo por que hacer con su película. Pero claro, ¡los efectos especiales son asombrosos!. Ahora: ¿tenía sentido hacer una continuación de esta franquicia centrada en la actualización de los acartonados efectos especiales de las anteriores? La respuesta es simple: sí, y es reavivar la caldera de millones de esta superporonga alimentada a audiencia perezosa, domesticada por Hollywood y su industria cultural. No entiendo como no se pudren todos de tanta secuela, precuela, remake, refrito y la puta que lo pario. Me despido con esta pregunta: ¿a nadie se le va ocurrir nunca cambiar el hecho de que la gente sea incapaz de reconocer que Clark Kent y Superman sean el mismo tipo? ¡Que me vuelvo loco! Calificación: 4

TL-1: Mi reino por un platillo volador

Este fin de semana último me entere de que con mi compañero Leandro perdimos en el tal mentado Historias Breves, un concurso organizado por el INCAA que sirve de antesala perfecta para cualquiera que aspire a dirigir una película en nuestro país. Una desalentadora noticia ya que como muchos saben aspiro, ademas de criticar obras de otros, a también realizar las mías. Por suerte, y como para compensar este hecho, el fin de semana asistí a una proyección en el Malba de una película que enseña que de alguna manera siempre se puede.

TL-1: Mi reino por un platillo volador (Argentina – 2004 – Tetsuo Lumiere)

Seguramente, quién firma como Tetsuo Lumiere (Seudónimo que refiere a una A y una Z en la historia del séptimo arte) no tiene la suerte de ser hijo de Pino Solanas, o de Palito Ortega, o de tener algún padrino en el INCAA. Mas bien pertenece a esa estirpe de cineastas que andan al margen y cocinan sus películas en el under. Sin apoyo del gobierno, sin dinero, sin una mierda excepto una cámara de video al hombro y una genuina pasión por el cine. Y TL-1 es ante todo el correlato de esa pasión, una película que cuenta a la manera de documental (o autobiopic en este caso) apócrifo, la historia de un director –el mismo Tetsuo Lumiere- dispuesto a lo que sea para llevar a cabo su largometraje sobre naves espaciales invadiendo la Ciudad de Buenos Aires, ¡empresa imposible si las hay! De un espíritu que la coloca como la versión argenta de Ed Wood y plagada de alegatos de personajes mirando a cámara -tal como pasaba en Robo, huyo y lo pescaron de Woody Allen-, grandes dosis de humor slapstick, puesta en escena bien berreta al mejor estilo Todo por Dos Pesos y muchas pero muchas ideas para contrarrestar la escasez de recursos. ¿Bizarra? Tal vez, pero no a la manera en que se entienden a todas las películas que en nuestro país fácilmente se tildan con ese adjetivo. Acá no existe una vacua proliferación de tripas y zombies y la baja calidad de la producción tiene una coherencia bien a tono con lo que se cuenta. Eso sí, un poco larga, la película tiene unos cuantos minutos que le restan en vez de sumarle y que denotan la falta de decisión del director para dejar afuera material, pero de un humor y unos personajes que la hacen verdaderamente entrañable. Luego de ver esta película recordé una mañana de Domingo reveladora en la que mi amigo Alberto -arquitecto, fotógrafo, músico, artesano y pintor entre otras cosas- me evoco la anécdota de la vez que no tenía un solo centavo y termino pintando sus cuadros con barro y pedazos de basura recogidos de la calle. Alberto lo que hacía solamente era darme fuerzas con el objeto de que nunca me detuviera. Y por suerte siempre estarán los Alberto, los Ed Wood, los Tetsuo Lumiere, ahí, para demostrar que con ganas, con pasión por lo que se hace, siempre alcanza. Calificación: 7

El sabor del te

La semana pasada falleció repentinamente Fabian Bielinsky de un ataque al corazón. Esta semana se suicido Juan Pablo Rebella , co-director de 25 Watts y Whisky. La vida esta llena de sorpresas, así que en El ODIANTE... una película bárbara y que además esta llena de sorpresas.

El sabor del te (Cha no aji – Japón – 2004 – Katsuhito Ishii)

Si hay algo que hace único a una buena porción del cine japonés y también del cine oriental, es la impredecibilidad. En los últimos años –mayormente gracias a festivales y dvd´s- hemos podido ver unas cuantas obras maestras de lo impredecible. Películas de directores dispares como Tsai Ming-Liang, Park Chan-Wook, Kim Ki-Duk o Takashi Miike. Directores que tienen la enorme capacidad de sorprender con cada plano y de aprovechar una libertad creativa que esta ahí, siempre esperando a que alguien la tome. Contrariamente a lo que pasa con la mayoría del cine mainstream y sobre todo con el proveniente de Hollywood con sus películas y sus historias que parecen hechas y contadas millones de veces. Películas que parecen venir de un pasado, de lugares ya visitados una y otra vez. Algo muy diferente a películas como El sabor del te, que parecen situarnos en un presente, y que como todo presente, esta abierto a que cualquier cosa pueda pasar. Esta original obra de Ishii –quién tiene entre sus antecedentes la realización del segmento animado de Kill Bill, Parte 1- cuenta la historia de una familia un poco peculiar (aunque tan peculiar como cualquier otra.) compuesta por un matrimonio, dos hijos, un abuelo, y el infaltable tío simpaticón (Interpretado por el astro ponja Tadanobu Asano, el mismo de Ichi the killer y tantas otras). Pero no importa tanto el calibre de los sucesos de la historia familiar que no es ni muy divertida ni tampoco fuera de lo común, tampoco importa tanto la manera en que interrelaciona cada uno de los miembros del grupo –algo que es central en cualquier melodrama- sino que lo que importa es que la película se encarga de rescatar momentos mágicos de la vida cotidiana de esta familia y lo mejor, de proyectar los universos interiores de sus miembros. Segmentos musicales, animación digital, anime, estos son algunos de los recursos que Ishii utiliza para condimentar los momentos en la vida de una familia que muchas veces por la agitación en que vivimos en la sociedad moderna nos olvidamos del buen sabor que pueden tener. Ni siquiera la vejez es excusa en El sabor del te para dejar de hacer de la vida una celebración, de hecho esta película tiene uno de los abuelos más alegres que recuerde en la historia del cine. Y de eso se trata lo que nos cuenta Ishii en esta película única, con sus entrañables personajes y las numerosas sorpresas que regala con cada escena, de saber darnos una pausa de cinco minutos para apreciar el sabor de la infusión. De saber darnos un tiempo para contemplar la belleza que nos rodea, por que en cualquier momento podemos sufrir un ataque cardíaco como Bielinsky o se puede terminar marchando un gran amigo. Calificación: 9

Entre besos y tiros

Un estreno directo a DVD con el cual el bueno de Robert Downey Jr. vuelve a tener protagónico.

Entre besos y tiros (Kiss Kiss Bang Bang – EU – 2005 – Shane Black)

Historia de detectives buddy-buddy insertada en el submundillo de Hollywood. Para que se den una idea de que la va esta película, Shane Black es el guionista de todas las Arma Mortal y El último Boy Scout. Como en estas, hay mucho diálogo ágil y canchero, mucha química entre personajes, mucha situación ingeniosa, en fin... buen entretenimiento. Esto sumado a una buena dosis de humor negro que tanto le hace falta a veces a las películas norteamericanas (En una escenita al personaje de Robert Downey Jr. le arrancan el dedo de un portazo, el tipo lo carga para que se lo puedan injertar en el hospital hasta que en un momento lo descuida y ¡¡se lo morfa un perro!!). El hecho de que la acción transcurra en Hollywood le sirve a Black para hablar -a través en gran parte de la voz en off del protagonista- sobre los mecanismos de la industria cultural y el estado del cine actual. Hay ideas sobre los elevados caches de las estrellas, sobre las escenas moralizantes con las cuales siempre se trata de llegar al público bien pensante o sobre los happy endings con los cuales Hollywood siempre cierra todo de manera redondita. Ideas que la convierten de alguna forma en una película autonciente y reflexiva, lástima que todo es tomado tan en joda y a la ligera, que en vez de convertirse en algo parecido a Las reglas del juego de Robert Altman, se termina por convertir en no más que fast food, algo que -como bien define el personaje de Nicolas Cage en la nueva y altamente recomendable The weather man- es fácil, sabe bien, pero no nutre realmente. En fin, lo que es la mayoría de las películas del Hollywood contemporaneo, del cual esta película parece querer -sin lograrlo del todo- diferenciarse un poco. Calificación: 6

Torrente 3: El protector

Por que muy probablemente nunca se estrene en cines y ya se consigue el DVD importado por ahí.

Torrente 3: El Protector (España – 2005 – Santiago Segura)


Recuerdo una vez a un profesor bastante academicista decir en clase: “dejémonos de joder, el culto bizarro es un culto al cine malo”. Afirmación para nada errada y con la cual el buen hombre nos quería dejar claro que más allá del cariño o la simpatía que pudiéramos sentir por ciertas películas, nunca debíamos perder nuestra capacidad critica. Bien. Torrente 3 es mala, y quiero dejar claro que soy de los que le encanta la desfachatez, la incorrección y el espiritu de las películas de este detective raramente entrañable personificado por el gordo Segura. ¿Por qué es mala? Humor obvio y fácil (+ chistes robadísimos), guión pésimo (cero articulación entre escena y escena, situaciones súper convencionales), personajes en su mayoría sin gracia (Segura no logra buenos reclutamientos en esta parte) y lo que es común entre los “bizarros”: la convicción de que hacer un cine malo, por que es “bizarro” (lease: destinado por diferentes razones a ser de culto), esta bueno. Pero lo peor de todo, es sentir a esta película como una reproducción del mas canallesco cine comercial de Argentina -con más plata, claro-, algo así como una versión ibérica de los productos Franceleanos. Y loco... uno se puede cagar de la risa con Torrente o los personajes de Francella, pero no alcanza. Hagan buenas comedias, pongan buen acompañamiento a estos personajes. En esta tercera parte a Segura le salta la ficha mal, se le nota que lo apuraron para hacer guita (¡En España fue record historico de taquilla!). Por más que trate de salvarse poniendo con autoconciencia antes de su nombre: “mal escrita y peor dirigida por...”, su acto no deja de provocar desprecio. Y que un par de momentos de buen humor negro e incorrecto no empañen la visión de los que tanto queremos a Torrente, esto es cine comercial del peor. Calificación: 3

La marcha de los pinguinos

EL ODIANTE se transformo en pingüino durante algunos minutos.

La marcha de los pingüinos (La marche de l´empereur – Francia – 2005 – Luc Jacquet)

Documental que describe con imágenes hipnóticas el arduo ciclo de vida de los pingüinos emperador en la Antártida. Todo brilla en él: Los bloques de hielo, la aurora boreal, el pelaje de los animales. Todo tiene una belleza irreal, capaz de contagiar la sensación de que se contempla un paisaje fuera de este mundo. Filmado con una cámara que se esfuerza por borrar sus huellas y se camufla con los ojos de los palmípedos. Capaz de hacernos creer, por momentos, que hace más frío en la oscuridad de sala de cine y que nos hemos convertido en un pingüino. Pero... solo por momentos, ya que la narración se apoya en la voz en off, un recurso que si bien aporta datos importantes -Ejemplo: ¡los pingüinos aguantan sesenta y cinco grados bajo cero!-, peca de distanciarnos de la intimidad con las aves marinas. Y no solo eso, sino que además provoca lecturas no del todo inofensivas. Se puede decir que esta raza de pingüinos (a pesar de su nombre) es una raza pobre, ya que viven en un terreno inhóspito, en el cual se deben de sufrir las miserias del clima más extremo y en el que por carencia de recursos se deben hacer enormes esfuerzos para conseguir alimento y reproducir la especie. También se puede decir que la película, con su discursillo en off que se encarga de resaltar que “en el lugar más difícil de la tierra, el amor encuentra una manera” o “la vida resiste ante los más duros embates del clima”, no hace más que festejar la pobreza y ser funcional a un capitalismo tan jodido como las condiciones del ecosistema antártico. Una lectura nomás. Lo cierto, es que sin esta humanizante voz en off la película se hubiese perdido el Oscar y unos cuantos espectadores, pero mejor hubiese sido ensuciar un poco menos las imágenes con ella y dejarnos sentir, durante mas tiempo, como un pingüino. Calificación: 6

El Señor de la guerra

Una película nefasta, ideal para conocer la equivocada mirada de algunos norteamericanos sobre la guerra y sus productos.
El Señor de la guerra (Lord of War - EU - 2005 - Andrew Niccol)
Dos películas protagonizadas por el Nicolas Cage esperaban hace meses por ser estrenadas. La más que interesante The weather man (del mas que interesante Gore Verbinski) y este mamarracho sobre un traficante de armas que logro colarse en los cines para confirmar la tendencia deslucida de nuestras carteleras. El Señor de la Guerra es una cínica incursión al mundillo de la venta ilegal de armas, estructurada a la manera de cuanta película de gangster o drug drealer existe y repleta de frases pseudo ingeniosas (del tipo: “Las armas no matan a la gente, sino que la gente mata gente”) y escenas pretendidamente piolas, por el siempre esforzado en parecer piola, Andrew Niccol (Gattaca, S1m0ne). Con una mirada sobre la guerra similar a la de CNN, concentrada en la cifra y no en las consecuencias humanitarias, e ideológicamente repugnante. Solo para dar una idea: en una escena de la primera Torrente al personaje de Santiago Segura lo persiguen unos negros y para zafar de ellos no tiene mejor idea que arrojarles unos churrascos. Chiste incorrectísimo que sirve de critica al fascismo policial. Bien, en El Señor de la Guerra hay una escena muy parecida, a diferencia que el despreciable personaje de Cage cambia carne por armas. Y no hay chiste ni critica alguna. Calificación: 1

X-men: La batalla final

¿Se dieron cuenta? Nunca falta a mitad de año la película de Superhéroes.

X-Men 3: La batalla final (X-men: The last stand – EU – 2006 – Brett Ratner)

Los personajes creados por Stan Lee y Jack Kirby llegan al destino al cual aspira toda adaptación de comic en Hollywood: la trilogía, y lo hacen de una manera más que respetable. En esta nueva partida los mutantes integrados, liderados por el paralítico Dr. Xavier, se vuelven a enfrentar con los apocalípticos de Magneto, en lo que continua siendo una gran metáfora sobre la intolerancia y el racismo en EU y partir de la cual se proyectan los miedos ante los avances genéticos. La lucha, ahora, gira en torno a una flamante droga llamada “cura” que puede volver “normales” a los mutantes (Imagínense que los nazis fabricarán una sustancia para volver a todos arios). Para buena sorpresa de muchos, no esta más Bryan Singer en la dirección –quién ascendió de puesto y le dieron Superman: franquicia y héroe más poderoso- pero el trabajo de Brett Ratner (Responsable de películas menores, como Rush Hour o aquel choreo titulado Dragón Rojo) no desentona. Si bien la narración en esta tercera parte pierde en sutilezas y gana en subrayados, Ratner logra mantener la complejidad de los personajes y la historia a la vez que brinda enorme entretenimiento y alcanza los puntos máximos de emotividad en la saga. Esto último, a través de Wolverine, personaje que bien podría vivir en el lejano oeste, y con el que es imposible no encariñarse aquí (Se viene su versión solista para el 2007).

Y no hay nada más estimulante en esta película –también presente en las antecesoras- que la idea de que estos X-men son piezas de un inmenso ajedrez humano en los cuales sus poderes/movimientos se combinan en un juego perfecto. ¡Allí estaremos para cuando se reanude la partida! Calificación: 8

Domino

Antes que nada, recomiendo Masters of Horror: Imprint. El volumen número 13 de una serie de telefilmes que reune e los mejores directores del género, y que en este caso particular esta a cargo de Takashi Miike. Si se animan, esto es todo lo que en mi opinión debe ser el genero de terror: un verdadero dolor de huevos (Ya saben lo que tienen que hacer para conseguirla). Esta recomendación tiene lugar para contrarrestar la horrorosa (y no por referencia genérica) película que viene a continuación.

Domino (Francia / EU – 2005 – Tony Scott)

Primer largometraje del menos dotado de los hermanos Scott que va directo al videoclub en nuestro país, lo que conforma un verdadero acto de justicia. Su anterior película, Hombre en llamas, ya era bastante mala. Una aberración fascistoide, monumento a la intolerancia norteamericana con la cual se pretendía justificar desmedidas acciones militares y que además, estaba filmada para la mierda. Bueno, Domino la supera. Sumum de lo que entiende el ingles por cine moderno e innovador: un insoportable mejunje de imágenes que se parece más a un trailer, a un videoclip o a una publicidad de dos horas que a una película. Todo suturado con cuanto efecto de edición digital existe, y sin la mínima construcción de sentido o reflexión sobre las herramientas utilizadas y los temas tratados. Un anticine que desnuda de valor a cada plano y tiene la crueldad de lograr que hasta un tiroteo sea aburrido. Richard Kelly (Nada menos que el director de Donnie Darko) es el autor del guión, que cuenta la historia de un grupo de caza recompensas estrellas de Reality show, que se sospecha, podría haber sido algo interesante si caía en otras manos. ¡Tony Scott, sos un hijo de puta! Calificación: 1

Eros

Sigue el bochinche por el estreno de El Código Da Vinci. La iglesia se queja, pero lo único que logra es más publicidad, a la vez que todos discuten sobre si Jesús la ponía o no. Mientras tanto, en EL ODIANTE, una película que pasa desapercibida por pantallas grandes.

Eros (EU / Italia / Hong Kong / China / Francia / Luxemburgo / Reino Unido – 2004 – Michelangelo Antonioni / Steven Soderbergh / Wong Kar-Wai)

Con tanto biopic dando vuelta, aclaremos que esto no esto no se trata sobre la vida de un cantante italiano de apellido Ramazotti. Eros, cuyo artie titulo refiere al dios griego del amor sexual, no es más que una película episódica conformada por tres medio metrajes: La mano (Wong Kar-Wai), Equilibrium (Soderbergh) y El filo de las cosas (Antonioni).

Lo de Wong Kar-Wai son solo las mismas obsesiones estilísticas y temáticas de Con ánimo de amar envasadas en frasco chico. Una presentación que bien podría haber quedado como extra en el DVD de esa película. Lo de Soderbergh, (¿Por qué este tipo? ¿No era mejor llamar a Linklater o a algún otro?) una boludez de puesta teatral y tono noir al que trata de salvar con el touch artístico de un avioncito de papel volando por el aire. Algo parecido a un cortometraje de principiante con el cual demuestra que nunca estuvo a la altura de los otros dos maestros. Y lo de Antonioni, minas apasionadas y en bolas escrachadas sobre paisajes imponentes y yeguas correteando. Todo muy lindo, excepto lo que se cuenta. El conjunto: aburrido, dispar, caprichoso y en disonancia con el título. Propongo una Eros 2 con estos directores, veamos que les parece: Tinto Brass, Bigas Luna y Armando Bo resucitado de su tumba. Ahí la cosa, por lo menos, va a estar más divertida. Calificación: 4