La semana pasada falleció repentinamente Fabian Bielinsky de un ataque al corazón. Esta semana se suicido Juan Pablo Rebella , co-director de 25 Watts y Whisky. La vida esta llena de sorpresas, así que en El ODIANTE... una película bárbara y que además esta llena de sorpresas.
El sabor del te (Cha no aji – Japón – 2004 – Katsuhito Ishii)
Si hay algo que hace único a una buena porción del cine japonés y también del cine oriental, es la impredecibilidad. En los últimos años –mayormente gracias a festivales y dvd´s- hemos podido ver unas cuantas obras maestras de lo impredecible. Películas de directores dispares como Tsai Ming-Liang, Park Chan-Wook, Kim Ki-Duk o Takashi Miike. Directores que tienen la enorme capacidad de sorprender con cada plano y de aprovechar una libertad creativa que esta ahí, siempre esperando a que alguien la tome. Contrariamente a lo que pasa con la mayoría del cine mainstream y sobre todo con el proveniente de Hollywood con sus películas y sus historias que parecen hechas y contadas millones de veces. Películas que parecen venir de un pasado, de lugares ya visitados una y otra vez. Algo muy diferente a películas como El sabor del te, que parecen situarnos en un presente, y que como todo presente, esta abierto a que cualquier cosa pueda pasar. Esta original obra de Ishii –quién tiene entre sus antecedentes la realización del segmento animado de Kill Bill, Parte 1- cuenta la historia de una familia un poco peculiar (aunque tan peculiar como cualquier otra.) compuesta por un matrimonio, dos hijos, un abuelo, y el infaltable tío simpaticón (Interpretado por el astro ponja Tadanobu Asano, el mismo de Ichi the killer y tantas otras). Pero no importa tanto el calibre de los sucesos de la historia familiar que no es ni muy divertida ni tampoco fuera de lo común, tampoco importa tanto la manera en que interrelaciona cada uno de los miembros del grupo –algo que es central en cualquier melodrama- sino que lo que importa es que la película se encarga de rescatar momentos mágicos de la vida cotidiana de esta familia y lo mejor, de proyectar los universos interiores de sus miembros. Segmentos musicales, animación digital, anime, estos son algunos de los recursos que Ishii utiliza para condimentar los momentos en la vida de una familia que muchas veces por la agitación en que vivimos en la sociedad moderna nos olvidamos del buen sabor que pueden tener. Ni siquiera la vejez es excusa en El sabor del te para dejar de hacer de la vida una celebración, de hecho esta película tiene uno de los abuelos más alegres que recuerde en la historia del cine. Y de eso se trata lo que nos cuenta Ishii en esta película única, con sus entrañables personajes y las numerosas sorpresas que regala con cada escena, de saber darnos una pausa de cinco minutos para apreciar el sabor de la infusión. De saber darnos un tiempo para contemplar la belleza que nos rodea, por que en cualquier momento podemos sufrir un ataque cardíaco como Bielinsky o se puede terminar marchando un gran amigo. Calificación: 9
El sabor del te (Cha no aji – Japón – 2004 – Katsuhito Ishii)
Si hay algo que hace único a una buena porción del cine japonés y también del cine oriental, es la impredecibilidad. En los últimos años –mayormente gracias a festivales y dvd´s- hemos podido ver unas cuantas obras maestras de lo impredecible. Películas de directores dispares como Tsai Ming-Liang, Park Chan-Wook, Kim Ki-Duk o Takashi Miike. Directores que tienen la enorme capacidad de sorprender con cada plano y de aprovechar una libertad creativa que esta ahí, siempre esperando a que alguien la tome. Contrariamente a lo que pasa con la mayoría del cine mainstream y sobre todo con el proveniente de Hollywood con sus películas y sus historias que parecen hechas y contadas millones de veces. Películas que parecen venir de un pasado, de lugares ya visitados una y otra vez. Algo muy diferente a películas como El sabor del te, que parecen situarnos en un presente, y que como todo presente, esta abierto a que cualquier cosa pueda pasar. Esta original obra de Ishii –quién tiene entre sus antecedentes la realización del segmento animado de Kill Bill, Parte 1- cuenta la historia de una familia un poco peculiar (aunque tan peculiar como cualquier otra.) compuesta por un matrimonio, dos hijos, un abuelo, y el infaltable tío simpaticón (Interpretado por el astro ponja Tadanobu Asano, el mismo de Ichi the killer y tantas otras). Pero no importa tanto el calibre de los sucesos de la historia familiar que no es ni muy divertida ni tampoco fuera de lo común, tampoco importa tanto la manera en que interrelaciona cada uno de los miembros del grupo –algo que es central en cualquier melodrama- sino que lo que importa es que la película se encarga de rescatar momentos mágicos de la vida cotidiana de esta familia y lo mejor, de proyectar los universos interiores de sus miembros. Segmentos musicales, animación digital, anime, estos son algunos de los recursos que Ishii utiliza para condimentar los momentos en la vida de una familia que muchas veces por la agitación en que vivimos en la sociedad moderna nos olvidamos del buen sabor que pueden tener. Ni siquiera la vejez es excusa en El sabor del te para dejar de hacer de la vida una celebración, de hecho esta película tiene uno de los abuelos más alegres que recuerde en la historia del cine. Y de eso se trata lo que nos cuenta Ishii en esta película única, con sus entrañables personajes y las numerosas sorpresas que regala con cada escena, de saber darnos una pausa de cinco minutos para apreciar el sabor de la infusión. De saber darnos un tiempo para contemplar la belleza que nos rodea, por que en cualquier momento podemos sufrir un ataque cardíaco como Bielinsky o se puede terminar marchando un gran amigo. Calificación: 9
Your site is on top of my favourites - Great work I like it.
ReplyDelete»
I really enjoyed looking at your site, I found it very helpful indeed, keep up the good work.
ReplyDelete»