La dama en el agua

¡Una verdadera lástima! EL ODIANTE es un gran admirador de la obra previa de Shyamalan, quién es el que verdaderamente esta en el agua en esta película. Aquí otra de las decepciones del año.

La dama en el agua (Lady in the water - EU - 2006 - M. Night Shyamalan)

Después de romperla con Sexto Sentido –por la cual se cuenta que Bruce Willis, quién había firmado un contrato por el veinte por ciento de las ganancias de la película, llego a cobrar más de ¡100 millones de dólares!- M. Night Shyamalan consiguió una autonomía y una libertad en la industria rara vez conseguida por un director principiante. A Sexto sentido le siguió una obra personalísima en la cual sucedía un accidente de trenes y nunca se lo mostraba (El protegido), luego un tratado sobre la fe en el cual una invasión extraterrestre funcionaba solo como macguffin (Señales), y mas tarde una fuerte alegoría a la política practicada por Estados Unidos disfrazada de filme de terror (La aldea). En fin, Shyamalan tuvo tempranamente el poder necesario para hacer lo que quiso, mientras sus películas seguían siendo rentables y cosechaban fanáticos, indiferentes y detractores por igual en el mundo entero.
Ahora bien, de todo ese poder para satisfacer todos sus deseos creativos, Shyamalan hace abuso en La dama en el agua y termina así por conseguir su película más caprichosa, narcisista y fallida hasta la fecha Concebida a partir de una historia que él mismo creo para contar a sus hijas a la hora de ir a dormir (dato que mejor explica la enorme ingenuidad y chatura argumental) la película narra que es lo que ocurre cuando una narf perteneciente al “mundo azul” -una especie de cruza entre ninfa y sirena encarnada por Bryce Dallas Howard- aparece en la piscina de un complejo de departamentos al encuentro del encargado del lugar (encarnado por Paul Giamatti, tal vez, el mejor actor al que Shyamalan le halla tocado dirigir hasta el momento.). Aunque bien se la puede describir como una mezcla de cuento de hadas, comedia auto paródica y filme de terror con elementos que parecen sacados de un relato de H. P. Lovecraft, La dama en el agua es ante todo una película inclasificable, indefinible. Si bien mantiene su interés nunca parece tener bien claras sus intenciones, hace reír cuando realmente dan ganas de ser aterrorizado y carga todo con música solemne y diálogos grandilocuentes cuando realmente dan ganas de reírse. Ni tampoco parece tener claro con que espectador quedarse, es lo suficientemente extraña como para lograr cautivar a un público masivo y se encarga de pegarle a la prensa con el personaje de un critico de cine que es el bobo hazmerreír de la historia y lo peor: la única victima humana brutalmente asesinada que hay en todo el metraje. Eso si, el mismo Shyamalan, en un acto de absoluta vergüenza ajena actúa a un escritor al cual la narf, con sus poderes sobrenaturales, le predice que sus libros “van a cambiar el mundo”. ¿No será demasiado lo del indio? Le falto colgarse en una cruz y ponerse el "INRI" arriba. Así que deberá volver a esforzarse un poco más y creersela un poco menos en su próxima película si quiere salir a flote y no perecer en las aguas de su propia vanidad. Calificación: 3

Destino Final 3

En EL ODIANTE la tercera parte de la saga más ridícula de los últimos años. Ya esta en DVD.

Destino Final 3 (Final destination 3 – EU – 2006 – James Wong)

El argumento de todas las películas de esta trilogía es el mismo, sin ningún tipo de variantes: chabón o chabona tiene la visión de una catástrofe minutos antes de que ocurra y gracias a eso salva su vida y la de un colectivo de personas a las cuales “la muerte”, mas tarde persigue de las maneras más rebuscadas hasta acabar con todos. Claro, la primera pregunta que uno se hace cuando le venden este argumento es: ¿por qué carajo “la muerte” en vez de hacer tanto bardo para acabar con cada una de las victimas a las que ya les marco su “destino final” no les hace dar un ataque cardíaco o un derrame cerebral? Esta bien, no importa, cuantas buenas películas se han logrado con las premisas más absurdas (Desde ya las recomiendo que tengan en cuenta una que se estrena dentro de poquito en cines: Terror a bordo o en ingles, Snakes on plane.). Pero díganme sino sería un gran final para estas películas que después de que los protagonistas hacen de todo para salvarse de la parca, esta les de una muerte súbita. Y lo que es esta tercera parte en particular, que desde ya es más de lo mismo, lo único bueno es el placer adolescente de presenciar la continuación de un catalogo de muertes estilizadas. Y las hay muy buenas aquí, en particular las que incluyen montaña rusa y camas solares. Pero después, solo los horrores de guión son imperdonables. Esto bien se parece a las franquicias splatter de los 80´ marca Martes 13 o Pesadilla, las cuales uno solo alquilaba para ver como Jasón mataba a dos tipos cogiendo atravesados con una lanza, o como Freddy convertía a un personaje en aceituna y luego se lo comía en una pizza. Con mi amigo Cato teníamos un juego para ponerle un poco mas de onda a este tipo de películas: apostar antes de que comiencen cuantas victimas mortales iban a haber desde el principio hasta el final. ¡Pruébenlo! Calificación: 4

Click, perdiendo el control

En EL ODIANTE lo nuevo del "cabeza de huevo" Adam Sandler.

Click, perdiendo el control (Click - EU - 2006 - Frank Coraci)

Si los personajes de Sandler vivieran en la Argentina, fácil es imaginarlos colgados a un para avalancha los Domingos o insultándose con un colectivero en una esquina. Poseedores de una furia latente como producto de una fuerte insatisfacción y en la espera al primer click para ser manifestada. Si en Happy Gilmore era un palo de golf, o en La mejor de mis bodas era un micrófono, en Click el instrumento para canalizar toda esa emoción reprimida es un control remoto universal -pero entiéndase universal en un sentido más literal- lo que le permite al nuevo personaje de Sandler, un arquitecto workholic al que no le alcanza su tiempo, manipular su vida como si fuera una pantalla de televisión. Si bien la película no parte de las premisas mas originales y se sirve de un argumento en donde la realidad se combina con las reglas y posibilidades de los formatos audiovisuales –algo ya explorado por Búster Keaton, Woody Allen o películas como The Truman Show- la gracia reside en el agregado de todas las posibilidades que ofrece el DVD. Sandler no solo puede poner en pausa o adelantar en fast foward el mundo con su control remoto, sino que además puede saltar a capítulos, acceder al menú de su vida o hasta poner una banda de audio con comentarios. Y esto sumado a grandes dosis de un humor escatológico y desenfrenado hacen de Click una de las comedias sandlerianas mas divertidas de los últimos años. El problema esta que con el correr del relato el guión empieza a molestar con ciertas incoherencias. ¿Por qué el remoto permite avanzar pero no retroceder? Esta es solo una de las preguntas que encuentran respuesta en el tono aleccionador y melodramático con el cual la película se propone cerrar. Hacia el final la comedia se tiñe de drama y la moralina conservadora se hace clara: el éxito y el dinero no es lo principal, “ante todo la familia”. Esperemos que esto no sea el comienzo de un Sandler preocupado por que sus películas tengan otra importancia. ¿O acaso alguien quiere otro Robin Williams? Calificación: 6

Mondovino

Esta semana me paso lo que ya mas de una vez en lo que va del año: querer ir al cine y terminar en el videoclub alquilando un par de DVDs. Lo único que me interesaba en todas las salas de Belgrano era Tarnation, que se exhibe en DVD y faltaba una hora para el comienzo de su función, y Volver, a la cual pensaba ir a ver en otro momento con acompañante. Lo demás ya lo había visto hace semanas o era resabio de vacaciones de invierno o eran películas que no incentivaban a pagar una entrada. ¿Pagar casi 10$ por un Chabrol deslucido o por otra de animación mas? No. Si ser cinéfilo infiere ir a salas de cine bastante seguido pues bien, con toda honestidad, me cago en la cinefilia. Cada vez me cuesta más ir al cine.

Por esto no me queda otra que acercar el comentario de una película que vi hace un tiempo en una privada con unas cuantas copas de vino, la cual además, se exhibe actualmente en cines.

Mondovino (Argentina, Francia, Italia, EU – 2004 – Jonathan Nossiter)

Cualquiera que conoce sobre la globalización sabe que este proceso tan discutido produce una erosión en las identidades individuales en pos de una identidad global. Algo que afecta a comidas, vestimentas, cine... en fin, a las poblaciones y su cultura, lo que también incluye por supuesto al vino, móvil de este documental. El director Nossiter, trata ágilmente y con mucho humor esta problemática y lo que ya es mucho, sin un tono globalifóbico ni catastrófico. El problema es que trata un conflicto global a partir de un conflicto bastante burgues, lo que provoca un poco de distanciamiento. Paso a explicarme. Lo que hace la película es colocar en un rincón a los productores chicos, tradicionales, artesanales, responsables de vinos mas personales y en otro rincón a los productores grandes, masivos, industriales, responsables de terminar con la personalidad de cada vino con el objeto de llegar con sabores estandarizados y accesibles a un público más global. Ahora bien, lo que se discute desde cada bando es si una botella que vale “200 Euros” debe mantener tal sabor o no. Ok, no solo que miles de niños se mueran de hambre en Africa es un problema, sino que esto también, además no hay que ignorar las grandes implicancias que tiene. Pero: ¿Cómo no sentir un poco ajena esta película cuando uno acostumbra a tomar (con suerte) vinos de 5$ y 10$? (¡Valderrobles! ¡Michel Torino! Ustedes saben de que hablo) La hipótesis es buena, no el objeto que se toma para el estudio. Todo esto me hizo pensar en, por ejemplo, Supermercados DIA y sus góndolas repletas de productos DIA donde uno puedo encontrar salchichas DIA que cada vez tienen menos gusto a salchichas y tienen más gusto a DIA. Y también me hizo acordar a algo que leí no hace mucho por ahí, de cómo las galletitas Melba habían perdido su gusto robusto, amarguito, absolutamente personal y se habían convertido en una galletita dulce mucho más suave y fácil de llegar a cualquier paladar. En fin, problemas con el sabor más cercanos a nuestra cotidianeidad.

Otro punto, si hay algo que no debe ser un documental es ser manipulador. Que a un personaje para dejarlo como al villano lo coloquen hablando en off mientras en pantalla se muestra una cara de un perro bulldog gruñendo o una gorra del FBI, no esta bien. Que el público decida quién es el villano y quién no, es un documental, no un policial. Entre esos villanos que elige señalar Nossiter hay un critico de vinos que influye en la deformación de la identidad de cada viñedo. Y que ese critico sea uno de los malos de la película es algo con lo que no estoy de acuerdo. El critico puede ser cómplice, pero la culpa recae principalmente en un sistema que no permite el dialogo con otros críticos y en una industria y un público absolutamente esnob que hacen modificar el vino hasta que le guste a este hombre. Esto sería como echarle la culpa a un critico de cine por el hecho de que Hollywood cambie sus películas al gusto de sus reseñas (algo que nunca va a pasar).

En una entrevista leí que todos estos elementos que pueden resultar manipuladores, Nossiter los incluyo para hacer de la película una comedia “humana”. Ahora yo me pregunto: ¿Existe la comedia no-humana? No importa, mas alla de todos estos puntos, Mondovino es una película ante todo alegre, actual, necesaria y que toca un tema que de cualquier manera merecía la re- pena ser tratado. Merece ser vista. Calificación: 6

16 calles

Como suele pasar ultimamente, lo mejor de la semana lo vi en DVD. En estos días llego a los videoclubs en zona 1, Brick. Una especie de policial negro y universitario que, si bien no es una maravilla, reboza de personalidad y tiene la cualidad de ser de esas películas que dan ganas de ver más películas. Además viene como una de las nuevas sensasiones del cine independiente americano y entre otras cosas tiene a Lukas Hass (el nenito de E.T.) como un villano al que le falta un pedazo de gamba. Nada más. ¡Busquenla! A continuación, el policial mediocre, el que sí pasa por cines.
16 calles (16 blocks - EU - 2006 -Richar Donner)
El más de un kilómetro y medio al que alude el titulo es la distancia que deben recorrer de la Gran Manzana Neoyorquina un detective venido a menos, rengo y alcohólico -personificado a tono por el hecho mierda Bruce Willis- y su protegido testigo –el verborragico y por momentos insoportable Mos Def- para llegar a salvo a una declaración en tribunales. No solo eso, sino que también es la distancia que deben recorrer para lograr su redención en la sociedad. Lo último del director de La profecía y Superman versión Christopher Reeves, es un policial por demás predecible y convencional, con argumento muy similar al de Ruta suicida de Clint Eastwood y otras tantas dentro del genero policial. Una película que en principio presenta cierto riesgo, mostrar a villanos pertenecientes a una policía de Nueva York no exenta de corrupción (Institución que parece intachable después de su heroico papel, junto al cuerpo de bomberos de la ciudad, jugado en el 11-S), y que tiene como tema central la dificultad de la gente con antecedentes penales para reinsertarse en la sociedad americana. Claro que con el correr del relato esta policía sale bien parada y el tema “importante” no hace más que perjudicar una narración que no logra ni una sola escena atrapante. Una muestra de la actual decadencia de algunos directores de genero como Donner (Otros: Pollack, Mc Tiernam) y la falta de cintura de esos héroes de acción como Willis, que tanto nos hicieron vibrar en décadas anteriores. Calificación: 5