Con James Bond pasa como con el fútbol. Uno vuelve a creer en él, lo va a ver, y tal vez disfruta del espectaculo, pero despues se da cuenta que nunca va a cambiar, que simpre va ser el mismo. Y eso que esta Bond es buena y seguramente es de lo mejor de la serie en muchos años. Pero sí, nada fuera del molde predecible que exige la franquicia Mac Donalds del cine.
Y como ya es una costumbre, el mejor cine norteamericano de la última semana lo tuve que ver en DVD. Despues de la alegría y el desenfreno de Crank, siguio otro Linklater único con Una mirada en la oscuridad y la vuelta del Kevin Smith que todos queremos con Clerks II. Pronto, no va a quedar otra: EL ODIANTE versión DVD.
Casino Royale (Alemania /EU / Reino Unido / Republica Checa - 2006 - Martin Campbell)
Oficialmente la serie basada en el agente ingles mas famoso del mundo, creación del novelista Ian Fleming, tuvo inicio en el año 1962 con El Satánico Dr. No. A partir de esta, Sean Connery -quién es todavía hoy el mejor recordado en el papel- se ocuparía del personaje de James Bond en seis oportunidades, siendo en el medio reemplazado una vez por un modelito de turno llamado George Lazenby. Luego tomarían sucesivamente la posta Roger Moore con siete películas, Tymothy Dalton con dos, y Pierce Brosman con cuatro.
Año 2006, turno de Daniel Craig. Y para entender que hay de nuevo en esta otra entrega de una saga que parece eternamente condenada al convencionalismo y a la repetición, es bueno ver que tiene para ofrecer de novedoso este actor que hasta hace no mucho tiempo, pocos conocían. Craig es rubio, atributo que ya de por sí solo le alcanza para marcar la diferencia con sus antecesores, pero además de eso es más atlético, mas rudo, mas guarro y a la vez menos carilindo, menos muñecote, con un rostro que uno sospecha debe ser mas parecido al de un agente secreto de verdad. Esta impronta se traduce en la película a una acción mas bruta, mas seca, más física, y también un poco más realista. En relación a esto, cabe agregar que ya no esta el Sr. Q con sus insólitos gadgets, ni los autos Audi preparados para lanzar mísiles o convertirse en submarino, sino que Bond debe resolver todo a puro puño y punta de pistola.
Casino Royale propone a partir de Craig una suerte de back to basics, algo que Hollywood ya había ensayado con Batman Inicia. Una intención de dejar atrás cierta mala imagen en la franquicia para volver a darle un aire nuevo. Si a Batman era necesario que se lo vuelva a tomar en serio después de las payasadas de Joel Schumacher, con Bond era imprescindible después del agotamiento total que mostraban las últimas películas con Pierce Brosman como protagonista (Muestra de esto es la introducción de esa especie de Lady Bond encarnada por Halle Berry en Otro día para morir.). Borrón y cuenta nueva, James Bond también inicia y lo hace en buena forma. La historia de Casino Royale narra los primeros pasos de Bond como agente secreto del MI6, lo que lo lleva a una misión en la cual debe enfrentar a una red de terrorismo global financiado con la organización de unos juegos de cartas con apuestas multimillonarias. A pesar de su duración (Es la mas larga de la serie: 144 minutos), la película mantiene un pulso constante, sin remitirse nunca a apilar una escena de acción tras otra cada quince minutos y tomándose hasta un buen tiempo para contar el romance de Bond con su enamorada (Protagonizada por Eva Green: la terrible morocha de Los Soñadores) Después, es más de lo que el público espera y conoce: persecuciones en países periféricos (lugares donde se esconden los terroristas y donde romper cosas sale mas barato), villanos carentes de toda ética, atractivas mujeres con enormes ganas de entregarse a nuestro protagonista y por supuesto... unos cuantos Martinis. Si bien es cierto que es de lo mejor del agente 007 en muchos años, tampoco es nada por arriba de la media que propone la serie.
Es que hay algo que los productores de estas películas nunca lograron y es reclutar a directores con marcada personalidad para que trabajen en cada entrega. Algo que si supo hacer Tom Cruise y Cía., poniendo a cargo de cada Misión Imposible nombres como Brian De Palma, John Woo y J.J. Abrams. En su época de Bond, hasta Pierce Brosman expresaba cuanto deseaba ser dirigido por el mismísimo Woo. Por que por mas que el trabajo de tipos como Martín Campbell sea correcto, ya que la historia que nos van a contar es la misma historia de siempre: salvar al mundo de los malos y de paso quedarse con la chica... por lo menos que lo sepan hacer con estilo. Pero si no se dieron cuenta luego de veinte películas, imposible ya que lo hagan. Calificación: 6
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