¿Se dieron cuenta? Nunca falta a mitad de año la película de Superhéroes.
X-Men 3: La batalla final (X-men: The last stand – EU – 2006 – Brett Ratner)
Los personajes creados por Stan Lee y Jack Kirby llegan al destino al cual aspira toda adaptación de comic en Hollywood: la trilogía, y lo hacen de una manera más que respetable. En esta nueva partida los mutantes integrados, liderados por el paralítico Dr. Xavier, se vuelven a enfrentar con los apocalípticos de Magneto, en lo que continua siendo una gran metáfora sobre la intolerancia y el racismo en EU y partir de la cual se proyectan los miedos ante los avances genéticos. La lucha, ahora, gira en torno a una flamante droga llamada “cura” que puede volver “normales” a los mutantes (Imagínense que los nazis fabricarán una sustancia para volver a todos arios). Para buena sorpresa de muchos, no esta más Bryan Singer en la dirección –quién ascendió de puesto y le dieron Superman: franquicia y héroe más poderoso- pero el trabajo de Brett Ratner (Responsable de películas menores, como Rush Hour o aquel choreo titulado Dragón Rojo) no desentona. Si bien la narración en esta tercera parte pierde en sutilezas y gana en subrayados, Ratner logra mantener la complejidad de los personajes y la historia a la vez que brinda enorme entretenimiento y alcanza los puntos máximos de emotividad en la saga. Esto último, a través de Wolverine, personaje que bien podría vivir en el lejano oeste, y con el que es imposible no encariñarse aquí (Se viene su versión solista para el 2007).
Y no hay nada más estimulante en esta película –también presente en las antecesoras- que la idea de que estos X-men son piezas de un inmenso ajedrez humano en los cuales sus poderes/movimientos se combinan en un juego perfecto. ¡Allí estaremos para cuando se reanude la partida! Calificación: 8
X-Men 3: La batalla final (X-men: The last stand – EU – 2006 – Brett Ratner)
Los personajes creados por Stan Lee y Jack Kirby llegan al destino al cual aspira toda adaptación de comic en Hollywood: la trilogía, y lo hacen de una manera más que respetable. En esta nueva partida los mutantes integrados, liderados por el paralítico Dr. Xavier, se vuelven a enfrentar con los apocalípticos de Magneto, en lo que continua siendo una gran metáfora sobre la intolerancia y el racismo en EU y partir de la cual se proyectan los miedos ante los avances genéticos. La lucha, ahora, gira en torno a una flamante droga llamada “cura” que puede volver “normales” a los mutantes (Imagínense que los nazis fabricarán una sustancia para volver a todos arios). Para buena sorpresa de muchos, no esta más Bryan Singer en la dirección –quién ascendió de puesto y le dieron Superman: franquicia y héroe más poderoso- pero el trabajo de Brett Ratner (Responsable de películas menores, como Rush Hour o aquel choreo titulado Dragón Rojo) no desentona. Si bien la narración en esta tercera parte pierde en sutilezas y gana en subrayados, Ratner logra mantener la complejidad de los personajes y la historia a la vez que brinda enorme entretenimiento y alcanza los puntos máximos de emotividad en la saga. Esto último, a través de Wolverine, personaje que bien podría vivir en el lejano oeste, y con el que es imposible no encariñarse aquí (Se viene su versión solista para el 2007).
Y no hay nada más estimulante en esta película –también presente en las antecesoras- que la idea de que estos X-men son piezas de un inmenso ajedrez humano en los cuales sus poderes/movimientos se combinan en un juego perfecto. ¡Allí estaremos para cuando se reanude la partida! Calificación: 8
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