La verdad incómoda

Antes que nada, el entusiasmo me obliga, tengo que avisar que vi la nueva Crank con Jason “El transportador” Statham: incorrectísima, desaforada. Con la también aún inédita Nacho Libre, de lo más divertido del año.

A continuación, el documental de Al Gore, la versión buena y “progre” del presidente Bush.

La verdad incómoda (An inconvenient thruth – EU – 2006 – Davis Guggenheim)

Hace unas semanas cuando los vecinos de Caballito lograron parar a través del gobierno porteño la construcción de las torres que ya afectan en mas de un sentido a su barrio -cloacas, tránsito, colegio, ect, etc- los constructores salieron con una horda de albañiles a contrarrestar la medida argumentando que estaban dejando sin trabajo a centenares de personas. Curiosamente, en La verdad incómoda hay una corta aparición de George Bush padre en la que arremete con similar argumento contra la campaña ambientalista de Al Gore que es centro de esta película: “Este tipo es tan radical en cuanto al medio ambiente, que estaremos saturados de búhos y ningún americano tendrá trabajo”, señala. Algo parecido a lo que se escucho alrededor del conflicto de las papeleras y en tantos otros casos. Esta equivocada idea de progreso es el blanco al que apunta Gore -presentador, protagonista y verdadero autor del proyecto-, quién informa y obliga con su documental de denuncia ecológica a tomar conciencia sobre un tema que pocos toman realmente en serio: el calentamiento global. Los datos y pruebas que expone con claridad, soltura y carisma son contundentes. Y si uno se toma el tiempo de investigar sobre el tema (internet ofrece unos cuantos sitios interesantes) pronto descubre que este proceso climático es un hecho y no una mera teoría, lo que le da al documental un carácter urgente y hasta cierto gustito a película de terror. Ahora, es cierto que hay datos que no han sido probados y la película usa a su favor -como el efecto devastador del huracán Katrina que todavía no se sabe si efectivamente estuvo relacionado al proceso del calentamiento global- y que por mas que Gore se esfuerce en aclarar que todo se trata de una cuestión moral y no una cuestión política, su proselitismo es indisimulable. El tipo se esfuerza en mostrarse como gran padre, como ciudadano responsable y además hasta en el final de la película pide que se voten candidatos preocupados por los factores ecológicos. Pero mas allá de esto, La verdad incómoda tiene su importancia por que deja clarísimo que no se trata de dejar de construir, de producir, de trabajar, pero sí, de que se haga bien y con conciencia. Aquí, un vecino de La Paternal al que le gusta mucho el barrio de Caballito. Calificación: 7

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