Llego a DVD el Oliver Stone Director´s Cut de Alexander y despues de los comentarios negativos que abundaron sobre la película y el hastió ante biopics y producciones megalómanas, El Odiante se animo a sus tres horas.
Alexander (EU/Inglaterra/Holanda/Alemania – 2004 – Oliver Stone)
Alexander es entre otras cosas la historia de un adelantado para su tiempo, tan adelantado, que una película sobre su vida no dejo de provocar revuelo aún en el 2005. Es así que Oliver Stone tuvo que filmar con absoluto pudor cualquier escena relacionada con la homosexualidad del héroe. Hay algún pico, abrazos, luces, que se apagan, pero nada demasiado explicito. Aunque sí, se deja claro, el verdadero amor de Alejandro es Hefestión (Jared Leto, el mismo de Réquiem para un sueño, en un look, muy, pero muy, Juampi Sorin) y ambos personajes comparten escenas que parecen van a desembocar en algo tipo Queer as Folk, con mucha tensión sexual. Primer fuerte de Alexander: homosexualidad presente y no negada como pasaba en Troya o cualquier otra mediocridad situada en la Antigua Grecia. El ejemplar macho guerrero, también se la comía.
Dejado de lado de esto, estamos ante un biopic complejo, rico, con un montaje que nos hace pegar saltos para un lado y para el otro. Es que Alejandro es un personaje en busca de su identidad, y no hay una manera simple de contar esto. Si es Hijo de Zeus o de un hombre, si su destino es unificar toda Asía bajo un mismo imperio, si es un déspota o un verdadero héroe, estas son algunas de las preguntas que se hace el personaje. Por eso la película es un viaje arduo, en el cual el personaje debe llevar su campaña al extremo, en lo más alejado de Asia, para averiguar realmente quién es.
Seguramente el público no quedo conforme, ya que Alexander no cuenta con los elementos necesarios para conseguir una épica taquillera. Un punto son las batallas. Las escenas de acción no están hechas para mostrarnos lo capo que es Alejandro con la lanza o con la espada. Esto no es Mel Gibson mostrándonos a William Wallace, Alejandro es un personaje de muchas más dimensiones y las escenas de acción estas pensadas para mostrarnos al héroe en un desarrollo que no abandona ninguno de sus aspectos más importantes. Por lo tanto, las escenas de acción están construidas sin desviaciones, y además tienen la suficiente inteligencia y crudeza para meternos en el ombligo de la batalla. Sin exhibicionismo, ni pelotudeo, Stone se las arregla con los planos suficientes de enfrentamientos y además consigue una secuencia infernal, una batalla con elefantes de espectacularidad sin precedentes. ¡A un elefante le hachan la trompa y se la hacen volar, muchachos! Esta bien, tenemos a los “olifantes” de Peter Jackson, pero esto es de otro realismo.
Angelina Jolie, esta forzada y caracterizada de la misma manera tanto a los diez años de Alejandro como a los 30. Después, los actores como los personajes, generan conformidad. Collin Farrel, cuenta con los atributos necesarios, al igual que Brad Pitt, para encarnar a un héroe griego y Oliver Stone respeta tanto a los personajes como para darles la profundidad necesaria. Y esa admiración del director queda demostrada en un cameo en el que el mismo, disfrazado de soldado, admira una enorme estatua de Alejandro. Esa admiración y respeto es la que consigue que no se pierda todo lo interesante que rodea a la figura del retratado.
Alejandro Magno, bajo sus convicciones, creyó en expandir su imperio y llevar la civilización Griega, con todas sus riquezas, hasta extremos insoslayables (Dejemos de lado cualquier debate ideológico que pueda despertar la película), esta empresa le dio enorme sufrimiento y maltrato por parte de sus pares. Stone, bajo sus convicciones, busco contar esta historia con fidelidad y respeto, lo que genero una fuerte decepción y maltrato del público y la critica.
Charlie y la Fábrica de Chocolates
Alegría para todas las chicas que gustan usar mucha ropa negra, morral, y pins con motivos del extraño mundo de Jack. Este año tenemos dos películas de la factoría TIM BURTON. Aquí llega la primera...
Charlie y la Fábrica de Chocolates (Charlie and the Chocolate Factory – EU/Inglaterra – 2005 – Tim Burton)
Mas Burtoniana que ”El Gran Pez”, aunque sin tonos oscuros y con colores como los que vienen en los envoltorios de caramelo. Es que “Charlie y la fábrica de Chocolates “ es una película pensada para atraer al público infantil, aunque claro, sin descuidar a los adultos. De un diseño de producción que roza la perfección, con escenarios monstruosos, capaces de ser recorridos a 360 grados y que transportan al espectador a un cuento de hadas. Cada plano tiene la belleza y la caprichosidad que respiran en BURTON. Caprichosidad presente también en el personaje Willy Wonka, dueño de la fábrica de chocolates, poseedor entre otras cosas, de un centenar de ardillas peladoras de nueces. Unos bichos que habitan una secuencia que parece la parodia de un comercial de una conocida marca de chocolates. La fábrica, es el paraíso de Hansel y Gretel, como también de cualquier otro chico, un lugar donde abunda la imaginación, el chocolate, las canciones y sobre todo... la diversión.
BURTON se vuelve a unir con DEPP, y no es el único binomio repetido, DEPP también vuelve a trabajar con el niño –cara de cuento infantil- FREDDIE HIGHMORE, con quién ya había trabajado en “Descubriendo el País de Nunca Jamas” . Aquella película, que como la también estrenada este año, “Lemony Snicket – Una serie de eventos afortunados”, pertenecen al club de seguidores e imitadores de TIM BURTON, y que ni por asomo alcanzan el nivel de las del maestro. La formula BURTON/DEPP esta en su mejor forma y consigue dar un personaje entreñable: el excéntrico Willy Wonka. Sumatoria del freak melancólico de Eduardo Manos de Tijera, la gestualidad de Ed Wood, la soledad del Pingüino de “Batman Vuelve”, y el pasado tortuoso del DEPP de “La leyenda del jinete sin cabeza”. DEPP, esta genial una vez más, y el resto de los personajes no se quedan atrás, destacándose entre ellos, el abuelo de Charlie (DAVID KELLY, el mismo viejo de “Waking Ned Devine”.) y el padre de Wonka (Un CHRISTOPHER LEE muy bien aprovechado), dentista obsesivo que le prohíbe comer a su hijo cualquier tipo de golosina en su niñez para que no arruine su dentadura.
Por ahí, ha corrido el rumor de que el personaje de Willy Wonka esta inspirado en MICHAEL JACKSON. No creo que sea así. Si bien tienen características en común: la excentricidad, la pálida vulnerabilidad, o hasta el uso de guantes para no contagiarse de gérmenes. Wonka es un ser que detesta a los niños y aunque, como también el Rey del Pop, pretende recuperar parte de su niñez, este personaje esta librado de cualquier rasgo de obscenidad y perversidad. Y como lo hace la familia de Charlie, yo no tendría problema en invitar a Wonka a cenar a casa.
El principal tema de la película es la niñez y hay que saber disfrutarla. Por eso es que los cuatro niños que acompañan a Charlie en el viaje por la fábrica son castigados. Por que los cuatro se olvidan de jugar y no permiten librar su imaginación. Los cuatro representan valores negativos, y asociados con el mundo de los adultos, como competitividad y codicia desmedida, algunos de los males más presentes en la sociedad norteamericana. Pura fábula que da lecciones a los más chicos sobre egoísmo, caprichos y desobediencia y que nos cuenta, al igual que nos contaba “El gran Pez”, que la imaginación, como el cine, son unos de los grandes lugares que tenemos y hay que saber aprovecharlos.
Charlie y la Fábrica de Chocolates (Charlie and the Chocolate Factory – EU/Inglaterra – 2005 – Tim Burton)
Mas Burtoniana que ”El Gran Pez”, aunque sin tonos oscuros y con colores como los que vienen en los envoltorios de caramelo. Es que “Charlie y la fábrica de Chocolates “ es una película pensada para atraer al público infantil, aunque claro, sin descuidar a los adultos. De un diseño de producción que roza la perfección, con escenarios monstruosos, capaces de ser recorridos a 360 grados y que transportan al espectador a un cuento de hadas. Cada plano tiene la belleza y la caprichosidad que respiran en BURTON. Caprichosidad presente también en el personaje Willy Wonka, dueño de la fábrica de chocolates, poseedor entre otras cosas, de un centenar de ardillas peladoras de nueces. Unos bichos que habitan una secuencia que parece la parodia de un comercial de una conocida marca de chocolates. La fábrica, es el paraíso de Hansel y Gretel, como también de cualquier otro chico, un lugar donde abunda la imaginación, el chocolate, las canciones y sobre todo... la diversión.
BURTON se vuelve a unir con DEPP, y no es el único binomio repetido, DEPP también vuelve a trabajar con el niño –cara de cuento infantil- FREDDIE HIGHMORE, con quién ya había trabajado en “Descubriendo el País de Nunca Jamas” . Aquella película, que como la también estrenada este año, “Lemony Snicket – Una serie de eventos afortunados”, pertenecen al club de seguidores e imitadores de TIM BURTON, y que ni por asomo alcanzan el nivel de las del maestro. La formula BURTON/DEPP esta en su mejor forma y consigue dar un personaje entreñable: el excéntrico Willy Wonka. Sumatoria del freak melancólico de Eduardo Manos de Tijera, la gestualidad de Ed Wood, la soledad del Pingüino de “Batman Vuelve”, y el pasado tortuoso del DEPP de “La leyenda del jinete sin cabeza”. DEPP, esta genial una vez más, y el resto de los personajes no se quedan atrás, destacándose entre ellos, el abuelo de Charlie (DAVID KELLY, el mismo viejo de “Waking Ned Devine”.) y el padre de Wonka (Un CHRISTOPHER LEE muy bien aprovechado), dentista obsesivo que le prohíbe comer a su hijo cualquier tipo de golosina en su niñez para que no arruine su dentadura.
Por ahí, ha corrido el rumor de que el personaje de Willy Wonka esta inspirado en MICHAEL JACKSON. No creo que sea así. Si bien tienen características en común: la excentricidad, la pálida vulnerabilidad, o hasta el uso de guantes para no contagiarse de gérmenes. Wonka es un ser que detesta a los niños y aunque, como también el Rey del Pop, pretende recuperar parte de su niñez, este personaje esta librado de cualquier rasgo de obscenidad y perversidad. Y como lo hace la familia de Charlie, yo no tendría problema en invitar a Wonka a cenar a casa.
El principal tema de la película es la niñez y hay que saber disfrutarla. Por eso es que los cuatro niños que acompañan a Charlie en el viaje por la fábrica son castigados. Por que los cuatro se olvidan de jugar y no permiten librar su imaginación. Los cuatro representan valores negativos, y asociados con el mundo de los adultos, como competitividad y codicia desmedida, algunos de los males más presentes en la sociedad norteamericana. Pura fábula que da lecciones a los más chicos sobre egoísmo, caprichos y desobediencia y que nos cuenta, al igual que nos contaba “El gran Pez”, que la imaginación, como el cine, son unos de los grandes lugares que tenemos y hay que saber aprovecharlos.
Kung-Fusión
Llegaron las vacaciones de invierno, frío y pobreza en las carteleras. Tenemos a Winnieh Poo y el Pequeño Efelante (Después se quejan cuando los pibes hablan mal.) Pero también... ¡Sorpresa, se estrena una película de genero oriental! ¡Se estrena Kung-Fusión de Stephen Chow! EL ODIANTE la vio y asegura que la verdadera confusión esta en los distribuidores, a quienes se les paso estrenar Shaolin Soccer, la anterior película de Chow.
Kung-Fusion (Gong Fu / Kung Fu Hustle – China/Hong Kong – 2004 – Stephen Chow)
Durante el 2001, aprovechando el mundial Corea-Japón, Stephen Chow (Director, guionista y comediante de larga trayectoria) realiza Shaolin Soccer, película perfecta para cines argentinos. Coctel de fútbol y artes marciales con elementos de iconos populares juveniles como Matrix o la serie de dibujos animados Los Campeones (Aquella en la que los jugadores se paraban arriba del travesaño y corrían estadios interminables) , que narra nada menos que la historia de un grupo de tipos desempleados que después de matarse estudiando no tienen lugar en la sociedad para insertarse laboralmente y darle utilidad a su aprendizaje (Conflicto argentinísimo). Oportunista, efectiva y técnicamente apabullante, nada le alcanzo para estrenarse oficialmente en nuestro país y si no fuese por el dvd, las copias macabras de Mondo, o internet nunca hubiese llegado al ojo de muchos que gozaron con ella.
Kung-fusión esta buena, es imaginativa, divertida y deslumbra visualmente, con elementos que nos pueden hacer creer que por momentos estamos viendo El milagro de P Tinto, El Correcaminos o alguna película de Jackie Chan, pero que en relación a Shaolin Soccer decepciona un poco. ¿Por qué? Bueno, esta es principalmente una parodia del genero de artes marciales y de gangsters orientales (Yakuzas en Japón, Tríadas en China) y este tipo de parodias abundan en oriente, Takashi Miike y su infinita filmografía es un claro exponente de este tipo de relación con el genero, y tampoco faltan en occidente (hace no mucho hasta se estreno en video una de parecido nombre: Kung Pow – El maestro de la Kung-Fusión, del también guionista, actor, y director Steve Oedekerk.) Entonces aquí, Chow elige recorrer un camino más transitado, con menos tela para cortar, y así es que le resulta más difícil atraparnos. Sin la euforia futbolera contagiosa de Shaolin Soccer capaz de convertir al espectador en barrabrava y con un humor más infantil, y a la vez menos zarpado y escatológico. El atractivo de Kung-Fusión radica en sus ganas de llevar el humor slapstik y los enfrentamientos de artes marciales al extremo. Esta es otra de chinos voladores, pero en esta vuelan más alto que en cualquier otra. Los personajes son manipulados como si fuesen heroes del manga o dibujos de los Looney Toones. Con efectos digitales sorprendentes, nada envidiables a los de Hollywood, capaces de convertir los cuerpos de los actores en juguetes articulados a las manos de Chow y el prestigioso coreografo Yuen Woo-Ping (Kill Bill, El tigre y el Dragón.). Y todo, como pasa en gran cantidad de cine oriental, condimentado con algún que otro segmento musical.
No apta para los espectadores que permiten que vuelen y tiren bolas de fuego los 4 fantásticos, pero no permiten que lo hagan monjes con trenzas. Si uno se deja llevar y supera la incredulidad puede disfrutar de un producto distinto a lo que se acostumbra a ver en las pantallas locales y colaborar con su entrada a que estrenen más títulos de genero asiáticos como esa maravilla que es Shaolin Soccer.
Kung-Fusion (Gong Fu / Kung Fu Hustle – China/Hong Kong – 2004 – Stephen Chow)
Durante el 2001, aprovechando el mundial Corea-Japón, Stephen Chow (Director, guionista y comediante de larga trayectoria) realiza Shaolin Soccer, película perfecta para cines argentinos. Coctel de fútbol y artes marciales con elementos de iconos populares juveniles como Matrix o la serie de dibujos animados Los Campeones (Aquella en la que los jugadores se paraban arriba del travesaño y corrían estadios interminables) , que narra nada menos que la historia de un grupo de tipos desempleados que después de matarse estudiando no tienen lugar en la sociedad para insertarse laboralmente y darle utilidad a su aprendizaje (Conflicto argentinísimo). Oportunista, efectiva y técnicamente apabullante, nada le alcanzo para estrenarse oficialmente en nuestro país y si no fuese por el dvd, las copias macabras de Mondo, o internet nunca hubiese llegado al ojo de muchos que gozaron con ella.
Kung-fusión esta buena, es imaginativa, divertida y deslumbra visualmente, con elementos que nos pueden hacer creer que por momentos estamos viendo El milagro de P Tinto, El Correcaminos o alguna película de Jackie Chan, pero que en relación a Shaolin Soccer decepciona un poco. ¿Por qué? Bueno, esta es principalmente una parodia del genero de artes marciales y de gangsters orientales (Yakuzas en Japón, Tríadas en China) y este tipo de parodias abundan en oriente, Takashi Miike y su infinita filmografía es un claro exponente de este tipo de relación con el genero, y tampoco faltan en occidente (hace no mucho hasta se estreno en video una de parecido nombre: Kung Pow – El maestro de la Kung-Fusión, del también guionista, actor, y director Steve Oedekerk.) Entonces aquí, Chow elige recorrer un camino más transitado, con menos tela para cortar, y así es que le resulta más difícil atraparnos. Sin la euforia futbolera contagiosa de Shaolin Soccer capaz de convertir al espectador en barrabrava y con un humor más infantil, y a la vez menos zarpado y escatológico. El atractivo de Kung-Fusión radica en sus ganas de llevar el humor slapstik y los enfrentamientos de artes marciales al extremo. Esta es otra de chinos voladores, pero en esta vuelan más alto que en cualquier otra. Los personajes son manipulados como si fuesen heroes del manga o dibujos de los Looney Toones. Con efectos digitales sorprendentes, nada envidiables a los de Hollywood, capaces de convertir los cuerpos de los actores en juguetes articulados a las manos de Chow y el prestigioso coreografo Yuen Woo-Ping (Kill Bill, El tigre y el Dragón.). Y todo, como pasa en gran cantidad de cine oriental, condimentado con algún que otro segmento musical.
No apta para los espectadores que permiten que vuelen y tiren bolas de fuego los 4 fantásticos, pero no permiten que lo hagan monjes con trenzas. Si uno se deja llevar y supera la incredulidad puede disfrutar de un producto distinto a lo que se acostumbra a ver en las pantallas locales y colaborar con su entrada a que estrenen más títulos de genero asiáticos como esa maravilla que es Shaolin Soccer.
Batman Inicia
Como viene pasando en los últimos años, la oferta de cartelera se recorta mucho en vacaciones de invierno, con gran cantidad de basuras (¡Reestrenan Manuelita!) y la ya infaltable película de superhéroes/comics para adornarla. EL ODIANTE, ya un poco podrido de esto, se animo y vio la última de Batman.
Batman Inicia (Batman begins – EU – 2005 - Christopher Nolan)
La franquicia de Batman tuvo un problema en los últimos años, un grandísimo problema y se llama Joel Schumacher y por eso inicia Batman. Inicia por que se tenía que despegar del manchón que dejaron las secuelas de este trolo (Cariñosamente, no me vayan a acusar de Homofóbico.) en su etapa anterior a que le rompiera el orto Collin Farrel y hacer cuenta nueva. Por lo tanto esta es una película muy distinta a esas y un poquito más cercana a las de Burton. Con un tono mas serio, lúgubre y realista, y con varios actores de prestigio como Gary Oldman, reemplazando a estrellas teen de la talla de Alicia Sylverstone y Chris O´Donell
El gran atractivo de este viaje iniciatico reside en echar luz sobre algunos aspectos oscuros del personaje ¿Cómo aprendió a luchar? (¡Si niños, a Batman le enseñaron los ninjas!) ¿De donde saca las armas? ¿Por qué el símbolo del murciélago? Y demás. El problema es que debe tardarse mucho en explicar todas estas cuestiones y el desarrollo del resto de la historia se hace de manera un poco abrupta. Por eso el montaje es intenso y trata de meter todas las escenas a la fuerza para que el tramite no supere las dos horas, cosa que por momentos no molesta y por otros sí, pero que por sobre todo desfavorece a la puesta en escena. Con semejante apuro, la película no tiene la oportunidad de desarrollar un villano fuerte, el mayor de los atractivos de las películas anteriores del heroe, y esto es reemplazado por una serie de personajes mas humanos, de menor profundidad y sin poderes, lo que también les quita un montón de onda. Los actores están correctos, al igual que la actualizada Ciudad Gótica y Nolan se encarga de lograr una entrega bastante impersonal, aunque demuestra lo suyo y se luce un poco manejando líneas narrativas simultaneas, como ya lo había hecho en Following y Memento. Las dos horas pasan y uno se queda con ganas de más acción y más desarrollo y también, hay que decirlo, con ganas de verle las tetas a la nueva novia de Tom, con la que seguro se puso a noviar para promocionar esta película y La guerra de los mundos.
Bueno, habrá que ver que pasa si la cantidad de millones habilita la secuela, mientras tanto Sin City, otra película basada en un comic, de mucho más interes que esta, continua sin estrenarse.
Batman Inicia (Batman begins – EU – 2005 - Christopher Nolan)
La franquicia de Batman tuvo un problema en los últimos años, un grandísimo problema y se llama Joel Schumacher y por eso inicia Batman. Inicia por que se tenía que despegar del manchón que dejaron las secuelas de este trolo (Cariñosamente, no me vayan a acusar de Homofóbico.) en su etapa anterior a que le rompiera el orto Collin Farrel y hacer cuenta nueva. Por lo tanto esta es una película muy distinta a esas y un poquito más cercana a las de Burton. Con un tono mas serio, lúgubre y realista, y con varios actores de prestigio como Gary Oldman, reemplazando a estrellas teen de la talla de Alicia Sylverstone y Chris O´Donell
El gran atractivo de este viaje iniciatico reside en echar luz sobre algunos aspectos oscuros del personaje ¿Cómo aprendió a luchar? (¡Si niños, a Batman le enseñaron los ninjas!) ¿De donde saca las armas? ¿Por qué el símbolo del murciélago? Y demás. El problema es que debe tardarse mucho en explicar todas estas cuestiones y el desarrollo del resto de la historia se hace de manera un poco abrupta. Por eso el montaje es intenso y trata de meter todas las escenas a la fuerza para que el tramite no supere las dos horas, cosa que por momentos no molesta y por otros sí, pero que por sobre todo desfavorece a la puesta en escena. Con semejante apuro, la película no tiene la oportunidad de desarrollar un villano fuerte, el mayor de los atractivos de las películas anteriores del heroe, y esto es reemplazado por una serie de personajes mas humanos, de menor profundidad y sin poderes, lo que también les quita un montón de onda. Los actores están correctos, al igual que la actualizada Ciudad Gótica y Nolan se encarga de lograr una entrega bastante impersonal, aunque demuestra lo suyo y se luce un poco manejando líneas narrativas simultaneas, como ya lo había hecho en Following y Memento. Las dos horas pasan y uno se queda con ganas de más acción y más desarrollo y también, hay que decirlo, con ganas de verle las tetas a la nueva novia de Tom, con la que seguro se puso a noviar para promocionar esta película y La guerra de los mundos.
Bueno, habrá que ver que pasa si la cantidad de millones habilita la secuela, mientras tanto Sin City, otra película basada en un comic, de mucho más interes que esta, continua sin estrenarse.
La Guerra de los mundos
Volvio Domingo Caballo y volvió EL ODIANTE, todo en una misma semana. Y esta vez con una película que encanto, como tenía que ser. La nueva de extraterrestres de nuestro gentil paisano, el genio de la industria, Steven Spielberg. Allí vamos.
La guerra de los mundos (War of the worlds – EU –2005 – Steven Spielberg)
Seguramente este es el tanque de Hollywood del que mejor se puede hablar en lo que va del año. En gran parte, por que como adaptación, acierta en los elementos que incluye y en los que excluye y segundo por que el universo del director esta bien presente en la historia. En la novela de H.G. Wells los extrarrestres son marcianos que llegan en cilindros, acá no vienen de Marte, sino de lejos, muy lejos ¡Que importa! Y mejor aún no vienen con naves, sino que llegan solos para manejar maquinas de guerra que estaban enterradas bajo la superficie de nuestro planeta desde hace milenios (¡Buenísima idea!). Pero esas máquinas son fieles a los diseños pensados por Wells, son unos trípodes, que funcionan como ampliación de las formas anatómicas extraterrestres, y poseen escrituras jeroglíficas (Cuantas relaciones se pueden hacer a partir de esto.), no naves con cabeza de serpiente como en la versión de Haskin del ´53. Y en esa fidelidad a la obra de Wells, no falta el rayo calórico o la hierba roja, y los extraterrestres le chupan la sangre a los humanos (y acá, mejor todavía: usan esa sangre como fertilizante), ni tampoco falta en la de Spielberg la recreación de los mejores momentos de la novela.
Esta película abre con un prologo en off, recitado por una voz muy parecida a la de Orson Wells, en homenaje a la primera adaptación que impacto y de la cual se mantiene el horror que causo. Ray Ferrier (Tom Cruise) es un operario, un vulgar trabajador, ¡Que ojo! La cámara lo presenta a otra altura del resto. El lugar de Ferrier como hombre común en situaciones extraordinarias es importantísimo aquí, ya que H. G. Wells propone desde su novela original, invertir el rol de los humanos en su relación con las otras especies de la naturaleza, y hacerlos ver como insectos, así que el hecho de que Tom, sea una hormiguita trabajadora favorece y da sentido. Lo que importa a Spielberg es contar el drama de la familia Ferrier para mantenerse unida y salvarse de la literal catástrofe, y el camino que recorren no es solo para salvarse de la invasión sino también para reivindicar sus roles (tanto de padres como hijos) y esto la hace atractiva, ya que la historia de los extraterrestres ya nos la contaron varias veces. La familia disfuncional en relación a los alien, también estaba presente en E.T., aunque esta película es todo lo contrario, por que se presenta como un filme de terror. La secuencia de la primer masacre es tan realista y de tal perfección técnica (Imagínense los primeros 15 minutos de Rescatando al soldado Ryan aplicados a esta historia), que golpea al espectador y lo coloca de lleno en el horror de la historia. “¿Son terroristas?” pregunta el personaje de Dakota Fanning y ahí la huella del 11 de Septiembre dando el tono al relato. No faltan las auto referencias, luego de presenciar la masacre, Ferrier llega ante sus hijos cubierto un polvo blanco, compuesto entre otras cosas por cenizas de seres humanos (¿A que otra película sobre exterminios de Spielberg les hace acordar?). Los Fx, son apabullantes, pero más allá de eso, están al servicio de la narración, no hay nada de exhibicionismo, no nos muestran como los Alien destruyen todas las ciudades del mundo, o E.U. (que es como lo mismo) como haría el pelotudo de Roland Emmerich (En relación a El día de la independencia, esta película roba). La invasión ocurre casi toda fuera de campo, lo que la hace ganar en misterio y hace que el espectador desee ver tanto como el personaje del hijo de Ferrier. La contienda militar poco importa, los alien aplastan y no se les muestra al espectador las últimas armas yanquis. Patriotismo cero, el único personaje (Tim Robbins) con esta cualidad es mal visto y castigado. No falta virtuosismo narrativo (La huída en camioneta por la ruta es magistral ya que contagia el frenesí de una manera única.) ni escenas memorables como una en la que una multitud ve pasar un tren en llamas (que no se porque, pero me hizo acordar al argentinísimo tren cartonero). Excelente sonido, buenas actuaciones, justas cuotas de humor y más. La cosa cae un poco al final, un poco por su obviedad o previsibilidad, pero algo para rescatar es que no cae en la moralina ecologista de la novela de Wells (lo que sería muy obvio en estos tiempos) y cierra como un verdadero melodrama.
En cuanto a películas de extraterrestres nada supera a El enigma del otro mundo de Carpenter, Alien, o Los usurpadores de cuerpo, pero seguro que La guerra de los mundos de Spielberg esta en mi top ten de películas sobre el tema. ¡A verla!
La guerra de los mundos (War of the worlds – EU –2005 – Steven Spielberg)
Seguramente este es el tanque de Hollywood del que mejor se puede hablar en lo que va del año. En gran parte, por que como adaptación, acierta en los elementos que incluye y en los que excluye y segundo por que el universo del director esta bien presente en la historia. En la novela de H.G. Wells los extrarrestres son marcianos que llegan en cilindros, acá no vienen de Marte, sino de lejos, muy lejos ¡Que importa! Y mejor aún no vienen con naves, sino que llegan solos para manejar maquinas de guerra que estaban enterradas bajo la superficie de nuestro planeta desde hace milenios (¡Buenísima idea!). Pero esas máquinas son fieles a los diseños pensados por Wells, son unos trípodes, que funcionan como ampliación de las formas anatómicas extraterrestres, y poseen escrituras jeroglíficas (Cuantas relaciones se pueden hacer a partir de esto.), no naves con cabeza de serpiente como en la versión de Haskin del ´53. Y en esa fidelidad a la obra de Wells, no falta el rayo calórico o la hierba roja, y los extraterrestres le chupan la sangre a los humanos (y acá, mejor todavía: usan esa sangre como fertilizante), ni tampoco falta en la de Spielberg la recreación de los mejores momentos de la novela.
Esta película abre con un prologo en off, recitado por una voz muy parecida a la de Orson Wells, en homenaje a la primera adaptación que impacto y de la cual se mantiene el horror que causo. Ray Ferrier (Tom Cruise) es un operario, un vulgar trabajador, ¡Que ojo! La cámara lo presenta a otra altura del resto. El lugar de Ferrier como hombre común en situaciones extraordinarias es importantísimo aquí, ya que H. G. Wells propone desde su novela original, invertir el rol de los humanos en su relación con las otras especies de la naturaleza, y hacerlos ver como insectos, así que el hecho de que Tom, sea una hormiguita trabajadora favorece y da sentido. Lo que importa a Spielberg es contar el drama de la familia Ferrier para mantenerse unida y salvarse de la literal catástrofe, y el camino que recorren no es solo para salvarse de la invasión sino también para reivindicar sus roles (tanto de padres como hijos) y esto la hace atractiva, ya que la historia de los extraterrestres ya nos la contaron varias veces. La familia disfuncional en relación a los alien, también estaba presente en E.T., aunque esta película es todo lo contrario, por que se presenta como un filme de terror. La secuencia de la primer masacre es tan realista y de tal perfección técnica (Imagínense los primeros 15 minutos de Rescatando al soldado Ryan aplicados a esta historia), que golpea al espectador y lo coloca de lleno en el horror de la historia. “¿Son terroristas?” pregunta el personaje de Dakota Fanning y ahí la huella del 11 de Septiembre dando el tono al relato. No faltan las auto referencias, luego de presenciar la masacre, Ferrier llega ante sus hijos cubierto un polvo blanco, compuesto entre otras cosas por cenizas de seres humanos (¿A que otra película sobre exterminios de Spielberg les hace acordar?). Los Fx, son apabullantes, pero más allá de eso, están al servicio de la narración, no hay nada de exhibicionismo, no nos muestran como los Alien destruyen todas las ciudades del mundo, o E.U. (que es como lo mismo) como haría el pelotudo de Roland Emmerich (En relación a El día de la independencia, esta película roba). La invasión ocurre casi toda fuera de campo, lo que la hace ganar en misterio y hace que el espectador desee ver tanto como el personaje del hijo de Ferrier. La contienda militar poco importa, los alien aplastan y no se les muestra al espectador las últimas armas yanquis. Patriotismo cero, el único personaje (Tim Robbins) con esta cualidad es mal visto y castigado. No falta virtuosismo narrativo (La huída en camioneta por la ruta es magistral ya que contagia el frenesí de una manera única.) ni escenas memorables como una en la que una multitud ve pasar un tren en llamas (que no se porque, pero me hizo acordar al argentinísimo tren cartonero). Excelente sonido, buenas actuaciones, justas cuotas de humor y más. La cosa cae un poco al final, un poco por su obviedad o previsibilidad, pero algo para rescatar es que no cae en la moralina ecologista de la novela de Wells (lo que sería muy obvio en estos tiempos) y cierra como un verdadero melodrama.
En cuanto a películas de extraterrestres nada supera a El enigma del otro mundo de Carpenter, Alien, o Los usurpadores de cuerpo, pero seguro que La guerra de los mundos de Spielberg esta en mi top ten de películas sobre el tema. ¡A verla!