Slumdog Millonaire

Esta nota va desde España.

Slumdog Millonaire: ¿Quien quiere ser millonario? ( Slumdog Millonaire - Reino Unido - 2008 - Danny Boyle)

Antes de encarar la visión de está película una amiga me contó que no la quería ver porque se había enterado que en ella mostraban algo terrible: cómo en India mutilaban y cegaban a chicos para despues mandarlos a mendigar. Y sí, en Slumdog Millonaire pasan cosas terribles, y muchas, empezando por que el protagonista se hunde literalemente en una pileta de mierda para poder conocer a su actor favorito, pero ninguna tiene el peso dramático necesario como para tocar aunque sea un nervio en el espectador. ¿Razones? Danny Boyle decidió filmar y montar a mucha a toda velocidad, a demasiada velocidad; lo que la convierte ante todo en una película ligera, livianísima, en la que todo se sucede a ritmo de videoclip. Y en la que sucede de todo, pero nada con la fuerza suficiente. A caballo de una fábula tan banal sobre el azar y el destino como aquella de la pelotita de tenis en Match Point de Woody Allen.

Por otro lado no es más que una serie de ideas sobre lo que es el tercer mundo para los habitantes del primero: basura, guerra, delincuencia y explotación infantil. Todo en Slumdog millonaire es un tópico de los que es (o debe ser) la vida en el subdesarrollo. Lo que habla de una película que mira con distancia la vida en otros países, sin involucrarse jamás. Tanta distancia, que está musicalizada por M.I.A., que es de Sri Lanka, reside en Inglaterra y es un claro ejemplo de música posmoderna y globalizada, pero que cae en la misma bolsa. Aclaro, prefiero esto a muestras de falso compromiso con la gente del tercer mundo como las de El jardinero fiel, pero Slumdog Millonarie no deja de tratarse de un cine epidérmico, efímero e irresponsable.

Ahora, que halla ganado el Oscar y se anuncie como la primera gran película de la era Obama no deja de generarme mala espina. Obama, se supone, implica una era de tolerancia, integración y respeto, y Slumdog Millonaire, filmada con lenguaje y estilismos del primer mundo (lejos está de Bollywood o la apertura hacia otros cines) apenas si mira con mucha distancia a ese otro mundo, y lo hace con los preconceptos de siempre. Lo que deja claro que con Obama o sin Obama la posición de Estados Unidos hacía el exterior no va a cambiar mucho. Que los Señores Oscar se dignen a nominar a algo que se salga de sus cánones o premien a directores que se animen a un poco más que Danny Boyle, y que después sí me vengan a hablar de la entrada a una nueva era. Mientras, me quedo con un buen Bollywood, que acá en España hay un montón de emigración india y se consiguen a montones. Calificación: 4