Wallace y Gromit, La batalla de los vegetales

EL ODIANTE parado frente a cartelera de complejo cinematográfico y a tiempo para ver “Wallace y Gromit: La batalla de los vegetales”. ¡Rápido, vamos por ella!... (Cinco minutos más tarde) ¡La puta madre! Viene doblada al castellano. Bueno… no esta tan mal, Gromit no habla.

Wallace and Gromit: La batalla de los vegetales (Wallace and Gromit in the Curse of Were Rabbit – Reino Unido – 2005 – Nick Park, Steve Box)

Se apagan las luces. La función comienza con un cortometraje horrendo en animación 3-D que tiene como protagonistas a un grupo de pingüinos retardados, derivados de la película “Madagascar”. Por suerte acaba pronto y pasamos a la atracción principal. El asfalto de la calle donde vive Wallace brilla empapado por el rocio, la nariz de plastilina de Gromit deja ver una huella dactilar humana de los animadores. Hay textura, hay corporeidad. Animación 3-D generada por computadora y Claymation (Técnica de animación cuadro a cuadro con figuras creadas a partir de algún material moldeable como la plastilina. Esto quiere decir que moco también vale.) puestos en contraste. No hay dudas, el Claymation es una experiencia mas humana y más cinematográfica. El celuloide deja apreciar los matices y las superficies de cada uno de los materiales usados para crear el mundo de “Wallace...”, y lo más importante, tiene una atmósfera única, que merece ser proyectada. En cambio “Madagascar”, “Shrek” o cualquier otra de las hechas en 3-D, son artificiosas, parecen lucir igual, todas brillan de la misma manera, sea en dvd o cine. Cinco años de trabajo costo realizar “Wallace…” de 85 minutos de duración, y la verdad, valió la pena.

La película continúa las aventuras de los dos personajes que encabezan el título, un inventor disparatado y su perro mascota, los cuales ya habían tenido vida en tres cortometrajes previos. Ambos, llevan una relación casi matrimonial, y sino presten atención al rol de Gromit, aunque ¡ojo! todo desprovisto de cualquier rasgo de zoofilia. Una película bien sanita, que reafirma el didactismo vegetariano que ya existía en “Pollitos en fuga”, la anterior película de Nick Park. Pura exaltación de la verdura. Uno la ve y dan ganas de comer pepinos y calabazas gigantes. Verdura que en este caso funciona como movilizadora de la trama, ya que Wallace y su compañero se dedican a cuidar las cosechas de las plagas, –más específicamente conejos- en un pueblo obsesionado con ganar el premio Zanahoria de Oro al mejor vegetal. Y si bien el título en español sugiere otra cosa, no se trata de un ejército de papas y batatas de plastilina peleando entre sí. ¡No se confundan!

Como pasaba en los cortometrajes, (Si no los vieron, se acaban de editar en dvd zona 4) los originales y rebuscados oficios e inventos propuestos por Wallace, lo complican todo. Tan particulares, que abren un juego que no se agota en alternativas y permite las situaciones más disparatadas. Tenemos un aparato que lobotomiza animales, un conejo/hombre lobo, y vegetales transgénicos del tamaño de los personajes, imagínense todo lo que puede suceder. Nick Park y Steve Box tienen muñecos en sus manos y los ponen al servicio de una ilimitada imaginación, juegan como jugaría un niño, a la vez que trabajan con la disciplina y la seriedad de un adulto. Y así, consiguen una aventura tan grande como el lapso que llevo su realización.

Considerando también el estreno de “El cadáver de la novia”, Octubre definitivamente fue el mes claymation, y que lindo hubiese sido en vez de ver ese corto horrendo de los pingüinos Madagascar, poder ver “Viaje a Marte” de Juan Pablo Zaramella (Para los que no lo conocen es el responsable de la presentación de "Indomables", el ex progrmama de Pettinato.) en pantalla grande y así poder reunir lo mejor de la animación local y la extranjera.





2 comments:

FOMENTO PRODUCCIONES said...

fomento apoya la idea.

sabes como fue la historia o hay que inventarla??

DrNitro said...

No dejes de verla en inglés, con voces de Helena Bonham Carter (si, también en esta) y Ralph Fiennes... y es impresionante.