Madagascar

¿Por qué esta película inaugura la temporada 2006 de EL ODIANTE? Bueno… fue la más vista durante el 2005 y sirve para pensar sobre el estado actual del cine.

Madagascar (EU – 2005 – Eric Darnell, Tom Mc Grath)

2005 fue un año en que la convocatoria de las salas cayó tanto a nivel mundial como nacional. Entre los culpables de este fenómeno tenemos a los DVDs y sus Home Theathers (Que hacen del living un cine), la piratería en todas sus variantes (Ahora los reproductores hogareños hasta leen DVX = 5$) y en el caso de nuestro país, la eterna crisis económica (Muy lindo Village Caballito, pero… ¿por qué mierda $12,75 una entrada?). Aunque ha quedarse tranquilos, ante panoramas llamativos como este siempre están los que piensan que las salas nunca van a morir, por que acudir a estas no solo representa el acto de ver películas, sino algo más grande y que tiene ver con otra cuestión. Asistir a una sala de cine con sus proyecciones de fílmico puede representar una cita pre garche o una excusa para terminar en Guerrin con amigos, no importa, lo que muchos piensan es que siempre tienden a sobrevivir como salida, como evento, como encuentro, o mejor aún… como rito. ¿Pero que pasa cuando películas como “Madagascar”, “Chiken Little” y “Harry Potter” lideran la taquilla con sus millonarias cifras? Se ilumina otra tendencia, y es que el cine corre el riesgo de convertirse solo en un paseo infantil o adolescente. Algo así como una calesita o cualquier otra atracción en un parque de diversiones.

Y “Madagascar” se parece bastante a una calesita, tiene mucho color, animales bobos, da vueltas y cada tanto regala una mínima sonrisa a manera de sortija. Con el boom del cine de animación por ordenador (¡Joder!), el cual exploto hace unos años con “Shrek”, es obvio que se vendrían películas hechas con poca inteligencia y el apuro de ganar millones. “Madagascar” no tiene lo que tan bien supo hacer Pixar, trasladar los conflictos humanos a juguetes, monstruos o bichos, sino que acá el principal conflicto es que un león deje de comer carne. Se presenta como una película de escape y se destruye con un giro ridículo y arbitrario (El zoológico decide liberar a sus animales y llevarlos a sus lugares originarios. !¿Qué?!) y encima a sus personajes no se les entiende lo que hablan en su afán por meter chistes para grandes y chicos, menos si se escucha doblada al castellano. Las citas pop, obvias. Las canciones, horribles.

Lo peor de la película no son sus características, sino su éxito, que anuncia que vendrán películas de animación más feas todavía. Y esto ya lo sabemos todos, que sea lo de las mas visto no significa que sea buena.


1 comment:

FOMENTO PRODUCCIONES said...

ese es el juan que todos queremos.

despiadado.

no deje pasar una carajo.