Vi hace unos días Petroleo Sangriento en el cine, lo que recomiendo que hagan todos aquellos que no lo hicieron todavía. Ya que tanto Paul Thomas Anderson director, como Daniel Day Lewis actor, son personas cuyo trabajo es de una grandilocuencia tal que solo puede ser bien apreciada en pantalla gigante. Terminada la proyección, estuve como dos horas hablando y gesticulando como el petrolero Daniel Plainview, y la película me dejó tan anonadado que no se que escribir, mas que un: ¡me encanto! Así que por ahora va la del otro Anderson amigos.
Viaje a Darjeeling (The Darjeeling Limited – EU – 2007 – Wes Anderson)
En su quinta película Anderson cambia de escenario viajando a la India, pero sin embargo, vuelve a repetirse. Desde lo temático: otra vez una familia disfuncional, otra vez conflictos entre hermanos, otra vez un padre ausente. Desde lo formal: fotografía colorida, ralentis, y la cámara puesta como siempre la supo poner. Hasta hay repetición en algunos detalles, como la presencia de un juego de maletines en escala. ¿Esto esta mal? No, para nada. Ser un autor como lo es él implica constancias tanto en un nivel como en otros. Lo que no deja de convencer del todo es que su última película nunca llega a tener eso que tanto han sabido tener sus trabajos anteriores incluso hasta Vida Acuatica. Eso que los hacían únicos, enormes: la emotividad. Y es porque en Viaje a Darjeeling los personajes nunca llegan a ser tan entrañables como los de Tres son multitud (Rushmore). O por que la elección del cancionero popular por parte del director tiene aciertos, pero no hay de esos temitas que erizan la piel como lo hacían Needle in the Hay de Elliot Smith o Hey Jude de The Beatles en Los Excéntricos Tenembaum. O por que las cámaras lentas están ahí pero nunca tienen el relieve que tenían, por ejemplo, en la escena final de Bottle Rocket con el personaje de Owen Wilson perdiéndose entre las rejas de una prisión. La película quiere, apunta al corazón, lo busca de a ratos; pero todo efecto que intenta conseguir en el espectador parece forzado, como que nunca surge naturalmente o de la mejor manera. Un buen ejemplo de esto es el modo abrupto en que sucede en pantalla el accidente que sufren los tres chicos indios en el rio a mitad del metraje. O el dialogo impostado que intercambia el personaje de Jasón Schwartzman a traves de una ventanilla con la camarera del tren, en el cual le dice cosas como: “Gracias por utilizarme”. Hay momentos placenteros en Viaje a Darjeeling, hay mucha belleza para los ojos (el diseño de producción, como siempre en el cine de Anderson, cuidadísimo hasta en el detalle más insignificante) y también hay, sigue habiendo, un autor querible. Aunque acá, no en su mejor forma. Calificación: 6
Nota: La edición en DVD Zona 1 viene con un cortito titulado Hotel Chevalier que sirve como prefacio a la película. No agrega mucho, pero es lindo de ver. Entre otras cosas esta Natalie Portman con la bombachita baja.
2 comments:
Vi imágenes del corto, que me intersara ver más que la película.
M.
Uhh... Nunca vi una película de Anderson. Siempre lo imaginé un poco pedante y con un humor de superado del estilo "yo soy piola y ustedes uno giles".
Tendré que comenzar a destruir ese prejuicio.
Saludos!
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