Piratas del caribe 3: en el fin del mundo

Lleve a mi sobrino de casi cinco años a ver la película. El se durmió, yo la verdad me aburrí un poquito.¿No se supone que esto es entretenimiento?

Piratas del caribe 3: en el fin del mundo (Pirates of the Caribbean: at world´s end – EU – 2007 – Gore Verbinski)

Ya se ha dicho, este es el año de las terceras partes. Y vista recientemente El hombre araña 3 y haciendo un poco de memoria, uno comprueba que la idea que tiene Hollywood para la terceras partes es casi siempre la misma. Más personajes, más historias secundarias, más acción, mas efectos especiales y por lo tanto, también más duración. La misma formula de las antecesoras, pero amplificada. Más, más y más, aunque esto no siempre sume verdaderamente en la película. Tomemos el ejemplo de La guerra de las galaxias, tanto la primera como la tercera (El regreso del Jedi) tratan sobre lo mismo: la rebelión en lucha contra el imperio y su amenaza de la estrella de la muerte. Sí, con variaciones, pero en esencia, lo mismo. En la primera explotan diez naves, en la tercera cien. Eso es Hollywood y sus terceras partes. Y eso es Piratas 3; con otra constante de los cierres de trilogía que es la resolución de lazos paternos. Volviendo a la saga de La guerra de las galaxias, allí Luke Skywalker se reconciliaba con Darth Vader, y acá, el personaje de Orlando Bloom libera su padre y Jack Sparrow se reencuentra con el tan esperado Keith Richards (arriba en la fotito). No puedo decir que no hay momentos alegres, los hay (aunque también hay bastantes momentos tediosos), y además la realización es impresionante. Pero la verdad es que no hay en Piratas 3 algo de lo que cuente que realmente valga la pena. No me acuerdo quién era, si Peter Travers de la Rolling Stone u algún otro, el que definió a este Hollywood como teflón Hollywood: productor de películas que se despegan de la cabeza de los espectadores con la misma facilidad que se puede despegar un omelet de una sartén. Pero muy acertada, por que a los diez minutos de abandonada la sala ya me había olvidado de lo que había visto. O peor: solo recordaba el rostro de insatisfacción del pibe que esperaba con su escoba y su palita para limpiar la inmundicia de pochoclo que había dejado sobre la alfombra la horda de pendejitos que habían ido a ver a Jack Sparrow a la sala de Vuelta de Obligado y Mendoza. Decir que mi sobrino no tiene diez años más, por que sino después de la función nos íbamos cantando “Somo los piratas, después del cabaret, nos vamos para el sauna” y así lo llevaba a debutar. Eso sí hubiese sido divertido. Calificación: 4

2 comments:

Matías Orta said...

Qué tal.
Vi la película. A mí me cabió. Eso sí: lo que la diferencia de otra del montón sigue siendo Johnny Depp.

M.

JUAN said...

Y Orta... usted escribe en Revista La Cosa, por lo tanto no esperaba otra cosa. Por lo menós reconozcame que es bastante inferior que las dos anteriores. Y Johnny Depp será un grande, pero su Jack Sparrow ya se gasto.