El duelo

Con unos cuantos kilos más, con unos cuantos años más, y sin hacerle tanto honor a su nombre. Jet Li: ¡vas a tener que empezar a tomar un poco más de merca!

El duelo (Hou Yuan-Jia - China / Hong Kong / EU - 2006 -
Ronny Yu)

El Duelo significa otra vuelta de Jet Li a Oriente, en la que como en las recientes Héroe y Danny the Dog –aunque sin caer en la solemnidad- busca que se lo tomen un poquitito más en serio. Algo que nunca consiguió en Hollywood, donde solo trabajo en películas estúpidas (pero nunca tan divertidas ni delirantes como las que había hecho años atrás en Hong Kong) y casi siempre solo acompañado por negros y latinos, como si todos se trataran de la misma cosa. En El Duelo, el astro se presenta como un orgulloso maestro del Kung Fu (¿y de que sino?) que debe revindicarse a partir de una terrible tragedia familiar. Por supuesto que abundan las escenas de piñas y patadas, muy bien escenificadas por Ronny Yu (El mismo de La novia de cabello blanco) y coreografiadas por Yuen Wo Ping (responsable de las peleas de Kill Bill y Matrix.), pero una vez mas sin descuidar todo componente dramático. Buen entretenimiento, con cierto tono épico, pero nada fuera de lo común. El problema que tiene la película -como mucho del cine de artes marciales que se haga de acá en adelante- es ajeno a ella, y se llama Tony Jaa. Que atentos quienes no lo conocen, es un tailandés cuyas películas (que todavía no se estrenaron oficialmente en nuestro país pero ya cosecharon cientos de fanáticos) son de una destreza y un realismo tal, que dejan chico a cualquier otro espectáculo de artes marciales que se pueda ver, inclusive este. ¿A ver cuando estrenan Ong-Bak mierda? Calificación: 5

Piratas del caribe 3: en el fin del mundo

Lleve a mi sobrino de casi cinco años a ver la película. El se durmió, yo la verdad me aburrí un poquito.¿No se supone que esto es entretenimiento?

Piratas del caribe 3: en el fin del mundo (Pirates of the Caribbean: at world´s end – EU – 2007 – Gore Verbinski)

Ya se ha dicho, este es el año de las terceras partes. Y vista recientemente El hombre araña 3 y haciendo un poco de memoria, uno comprueba que la idea que tiene Hollywood para la terceras partes es casi siempre la misma. Más personajes, más historias secundarias, más acción, mas efectos especiales y por lo tanto, también más duración. La misma formula de las antecesoras, pero amplificada. Más, más y más, aunque esto no siempre sume verdaderamente en la película. Tomemos el ejemplo de La guerra de las galaxias, tanto la primera como la tercera (El regreso del Jedi) tratan sobre lo mismo: la rebelión en lucha contra el imperio y su amenaza de la estrella de la muerte. Sí, con variaciones, pero en esencia, lo mismo. En la primera explotan diez naves, en la tercera cien. Eso es Hollywood y sus terceras partes. Y eso es Piratas 3; con otra constante de los cierres de trilogía que es la resolución de lazos paternos. Volviendo a la saga de La guerra de las galaxias, allí Luke Skywalker se reconciliaba con Darth Vader, y acá, el personaje de Orlando Bloom libera su padre y Jack Sparrow se reencuentra con el tan esperado Keith Richards (arriba en la fotito). No puedo decir que no hay momentos alegres, los hay (aunque también hay bastantes momentos tediosos), y además la realización es impresionante. Pero la verdad es que no hay en Piratas 3 algo de lo que cuente que realmente valga la pena. No me acuerdo quién era, si Peter Travers de la Rolling Stone u algún otro, el que definió a este Hollywood como teflón Hollywood: productor de películas que se despegan de la cabeza de los espectadores con la misma facilidad que se puede despegar un omelet de una sartén. Pero muy acertada, por que a los diez minutos de abandonada la sala ya me había olvidado de lo que había visto. O peor: solo recordaba el rostro de insatisfacción del pibe que esperaba con su escoba y su palita para limpiar la inmundicia de pochoclo que había dejado sobre la alfombra la horda de pendejitos que habían ido a ver a Jack Sparrow a la sala de Vuelta de Obligado y Mendoza. Decir que mi sobrino no tiene diez años más, por que sino después de la función nos íbamos cantando “Somo los piratas, después del cabaret, nos vamos para el sauna” y así lo llevaba a debutar. Eso sí hubiese sido divertido. Calificación: 4

La fuente de la vida

A lo nuevo de Aronofsky le fue bastante mal en Estados Unidos, tanto, que decidieron lanzarla directo a DVD en todo el resto del mundo. Y la verdad, acertadamente. Es una chotada.

La fuente de la vida (The fountain – EU – 2006 – Darren Aronofsky)

Inconsistente, ese es el mejor adjetivo que se puede encontrar para describir a esta película. Una mezcla barata de Antiguo Testamento, mitología, ciencia ficción, medicina, new age, expediciones a lo Pizarro y yo que se cuanta garcha más. Si Aronofsky explicara más, o si profundizará más en algo, tal vez habláramos de otra cosa. Pi era interesante, se notaba que el chabón había investigado sobre el tema (me recuerdo cuando después de verla y borracho contaba el número de las burbujitas en mi vaso de cerveza buscando un patrón al caos), pero esta es una chantada. Ahora entendemos el porque de que Brad Pitt y Cate Blanchett se bajaran del proyecto, y también el porque de tantos problemas para financiarla. Aranofsky: ¿cómo mierda hiciste para levantarte a la preciosura de Rachel Weisz? Por que facha no tenes, y talento ahora se termina de comprobar que tampoco. Calificación: 3

Sunshine: Alerta Solar

Finalmente y felizmente adquirí en el Parque Rivadavia el libro 1001 películas que hay que ver antes de morir. Las reseñas son buenas, hay mucha data, y es muy lindo tanto como para conocer películas imprescindibles como para adornar la biblioteca. Con el recorte puede haber algunas discrepancias (hay mucha ganadora de Oscar al pedo y faltan algunas que tendrían que estar) pero el criterio es amplio y mucho más cosmopólita que el de la colección de Taschem que recorre la historia del cine por décadas. En fin, se recomienda.

A continuación, una película -que más allá de mi calificación- la disfrute para un 10.

Sunshine: Alerta solar (Sunshine - Reino Unido - 2007 - Danny Boyle)

De La guerra de las galaxias para acá, la ciencia ficción fue en el gran porcentaje de los casos adolescente: superhéroes, batallas de naves espaciales, artes marciales, sables laser, etc. Y lo bueno de Sunshine es que es ciencia ficción del tipo que no abunda, es ciencia ficción adulta. Con personajes humanos (y mejor aún: hombres de ciencia) y especulación sobre los avances científico/tecnológicos, aquello que Isaac Asimov señalaba como la característica escencial del género. Pero además, Danny Boyle también hace especulación visual, generando imágenes solares bellas, deformes, inéditas. Si bien es cierto que la película tiene algunos fallas, como por ejemplo no ahondar en explicaciones (nunca se comenta que aleación utiliza la nave en su escudo para viajar hacia el sol y no derretirse, aunque se deduce que el hombre en su carrera espacial puede haber descubierto minerales mucho más poderosos en otros planetas) y caer en la última media hora en algo que no termina de convencer del todo, hay aventura, hay reflexiones filosóficas, y por sobre todo: hay mucho respeto por un género tan temido por los productores (algo que también se da con el western) como es la sci-fi. Y como pasaba con Millones (la anterior de Boyle) es una película llena de ideas, de una energía galopante, y con un optimismo inmenso: hasta sus protagonistas se sacrifican y lo hacen sin ningún tipo de duda en aras de la humanidad y sus muertes son todas hermosas, llenas de brillo, llenas de luz. Definitivamente Danny Boyle es un director capaz de convencer a cualquiera.

Poder ver junto a esos astronautas a Mercurio rotando como ningún hombre lo había visto antes, es uno de los momentos que más disfrute en el cine en los últimos años. En el Monumental de Lavalle y con menós de diez personas en la sala. Solo lamente no haberme fumado un porro bien grande y entrar con las pupilas bien dilatadas como para que la luz de ese sol me dejara más idiota todavía. Calificación: 8

Retrato de una pasión: Un retrato imaginario de Diane Arbus

Si la quieren ver, consejo, ahórrense el cine que ya se edito en DVD zona 1.

Retrato de una pasión: Un retrato imaginario de Diane Arbus (Fur: An imaginary portrait of Diane Arbuss – EU – 2006 – Steven Shainberg)

Fur (para ahorrar en título) es una historia imaginaria sobre Diane Arbus: una controvertida fotógrafa norteamericana atraída por lo deforme y con unos ideales de belleza bastante desviados de lo común. Lo que, contando con los cánones estéticos de occidente, podía servir para dar algo verdaderamente interesante. Pero la película -principalmente en su estética y en su puesta escena- elude lo deforme, o bien: lo muestra bien iluminado, bien encuadrado, bien decorado. Se contradice, se traiciona. Lo “deforme” en Fur es qualite, estilizado, con pretensiones de “gran homenaje” a aquellos freaks de Todd Browning, pero sin llegarle a los talones. Un deforme cobarde. Teniendo en cuenta que Arbus fue una artista capaz de perturbar, de mostrar bellezas incómodas, que una película sobre ella sea algo que parece pensado para finos paladares europeos y para que las viejas de Barrio Norte lo puedan digerir fácilmente del brazo de su marido en una sala del Village, no esta nada bien. Y que encima se ahogue en el sentimentalismo más predecible, menos. Shainberg mostraba más deformidad con Elias Kotteas en Hit Me (thriller deforme si los hay) o con Maggie Gyllenhaall meandose encima por su enamorado en La secretaria, que en toda esta película. Y Nicole Kidman será una gran actriz, pero se manda a interpretar a una artista jugada y en las escenas en las que es necesario su desnudo, no es capaz de mostrar ni una teta frontalmente. Repito la palabra: cobarde. Calificación: 3

Vivo o muerto

Para todos los que pediamos a gritos más cine de Takashi Miike, hoy 10 de Mayo el generoso sello SBP saca a la calle la primera parte de la trilogía Dead or Alive, con la que el director nipón -literalmente- rompe todo.

Vivo o muerto (Dead or Alive: Hanzaisha - Japón - 1999 - Takashi Miike)

Después de ver durante el BAFICI pasado lo último de Takashi Miike, A Big Bang Love: Juvenile, el desconcierto que sufrimos muchos fue bastante grande; ya que la película en cuestión -una suerte de thriller de ciencia ficción carcelario y homoerótico- poco y nada tiene que ver con la obra previa del director. Y es que si algo ha caracterizado al cine de Takashi desde las primeras proyecciones a las que pudimos asistir en festivales de años anteriores, es su enorme capacidad para sorprendernos con cada nuevo trabajo. Una capacidad dada por su habilidad para transitar con total soltura por géneros diversos, su infatigable experimentación formal, y su afán por romper siempre con todo convencionalismo. Lo de Takashi es de un eclecticismo tan extremo, que permite pensar que estamos frente a un director que más que ecléctico es esquizofrénico, o –afín a un antiguo mito de la historia del arte- que estamos frente a una especie de entidad homérica, es decir: frente a un nombre que esconde tras sus espaldas el trabajo de todo un colectivo de personas; sospecha que también puede ser fundada por ser un prolífico inhumano, capaz hasta de realizar seis o siete películas en el imposible plazo de un año.

Y si de sorpresas hablamos, Vivo o muerto (primera parte de una trilogía que se completa con Dead or Alive 2: Birds y Dead or Alive: Final, ambas proyectadas por SBP para ser estrenadas directo-a-DVD en los próximos meses) se puede jactar de tener uno de los comienzos y uno de los finales más inesperados y radicales de toda la historia del cine. Dejando de lado el final –el cual no comentaremos por razones obvias- sus primeros cinco minutos son un videoclip punk en el que el director de Audition, a puro vértigo y velocidad, condensa a todos sus personajes y describe el contexto super excesivo en el que habitan de mánera única. Una línea de merca interminable -como esa que se toma uno de sus personajes previo rito samurai- sobre la cual desfilan prostitutas, yakuzas, asesinos a sueldo, drogadictos y toda clase de marginales, y en los cuales el director se propone llevar al limite al espectador. La acción transcurre, como en muchas otras películas de Miike, en una zona de Tokio llamada Kabukicho (que para dar una idea aproximada, es el equivalente a la zona roja de Amsterdam o a lo que era la 42nd Street en Nueva York durante los setenta), un lugar donde el vicio y el fetichismo sexual habitan en todas sus formas. Y es ahí, bajo sus luces de neón y entre el humo emanado por las cocinas de los restaurantes, donde enseguida en esos primeros cinco minutos se presenta brutalmente el conflicto en el que se centra el relato: la confrontación entre un grupo de policías encabezado por el detective Jojima y una banda de delincuentes liderados por el chino-japones Riuuichi; que con el correr de la película se transforma en una guerra de proporciones siderales.

Si bien Vivo o muerto no cuenta una historia para nada fuera de lo común dentro del genero policial y el de yakuzas, simplemente se trata de un juego de gato y ratón entre los mencionados Jojima y Riuuichi (el mismo que comparten en las secuelas, aunque alternando bandos y en contextos diferentes), la gracia de la película esta en los excesos con los que Takashi la condimenta y la anarquía formal con la que la presenta. Si Beat Kitano durante la década pasada se propuso jugar, torcer las reglas del genero; Takashi las hace añicos, y se permite cualquier libertad. Desde un platazo de fideos al lente de la cámara, pasando por pornografía zoofilica (en un momento se presenta casi explícitamente como un perro se empoma a una japonesita) hasta efectos especiales totalmente fantasiosos. Con Vivo o muerto se propone darnos un cine de genero totalmente diferente al que nos puede llegar desde Hollywood todos los Jueves, donde la formula y la predecibilidad están vedadas, y en el que todo, pero absolutamente todo, puede pasar. Alquilenla, que la edición en DVD viene hasta con una entrevista a Takashi, en la que termina por conquistar a cualquier corazón cinéfilo. Calificación: 8

La vida de los otros

El Lunes pasado, cuando asistí a la privada de prensa de El hombre araña 3, en una vigilanteada sin precedentes la compañía que organizaba el evento hizo que todos los periodistas dejaramos en la puerta los celulares (si es que estos tenían camarita, claro) y hasta nos pasaron detectores -como esos que tienen en los aeropuertos- para cerciorarse de que no tuviéramos ningún instrumento de filmación encima. Hoy, Domingo, y de cualquier manera, la copia pirata de la película ya esta sobre los caballetes del Parque Rivadavia. ¡Me alegro por forros! Muchachos, ¿para que molestarse si los rusos hacen el trabajo?

A continuación un caso raro: una ganadora del Oscar a la mejor película extranjera que realmente me gusto.

La vida de los otros (Das Leben Dar Anderen – Alemania – 2006 – Florian Henckel Von Donnersmarck)

La vida de los otros pinta desde un comienzo como un simple thriller sobre persecución política, persecución dada entre un miembro de la Stasi (institución dedicada al control y vigilancia en la Alemania del este) y un dramaturgo sospechado de disidencia intelectual. Pero hay bastante más. En principio, una mirada crítica a lo que fue el socialismo en algunos países, donde –y como pasaba en Rebelión de la granja de George Orwell- muchas veces se terminaba por hacer difícil el diferenciar a cerdos de hombres (lo que pasa en particular con el personaje de ese gordo repugnante que se quiere coger a toda costa a la jermu del protagonista). Luego, el interesantísimo juego del doble que propone, en el cual perseguido y perseguidor son como las dos caras de la misma moneda; de ahí que muchas de las escenas estén planteadas acertadamente mediante plano y contraplano (como pasa en la del teatro con los binoculares, donde se da un momento de tensión sadista que remite bastante a Salo y los 120 días de Sodoma de Passollini). Y por último, el heroísmo casi Fordiano que muestra, ese en el que el héroe se juega todo por más que sepa que no va a conseguir nada a cambio, que no le espera el reconocimiento sino la sombra, pero que a cambio va a tener la confortación de haber hecho las cosas bien y con total humanidad. Después, solo se le puede reprochar su extenso epílogo, que son por lo menos quince minutos que dicen todo lo que ya estaba dicho (aunque con esa escenita en la que casi se me caen las lágrimas, donde George Dreyman ve desde un taxi a Haumptmann laburando de cartero) y también que si el director hubiese puesto un poco más de pasión, un poco mas de garra en la puesta en escena, hubiese generado un suspenso mucho mayor en varios tramos. Pero tal vez para eso, tendría que no ser alemán. Calificación: 8

Perversa seducción

Se estrenó una nueva con protagónico de Edward Norton directo al DVD, ¿será que el chabón esta devaluando?

Perversa seducción (Down in the valley - EU - 2005 - David Jacobson)

El morisqueta de Norton -otrora sucesor de Robert De Niro- protagoniza una historia quijotesca de un cowboy al que le es imposible encajar en una sociedad citadina y contemporánea. Si bien la premisa es buena y uno se puede cansar de nombrar grandes ficciones de inadaptados out of time (mi preferida: la novela La conjura de los necios de Kennedy Toole), la película no logra convencer por predecible, por morosa y por el tono afectado que le transmite el actor. Para que se den una mejor idea, Perversa seducción es un intento de combinar Taxi Driver y Badlands de Terence Mallick (aunque esto es mucho decir) que si bien además respira una hermosa nostalgia por un género muerto como es el western, uno la ve y se pregunta cuanto posible es filmar despues de más de treinta años aquellla misma escena que hacía Travis Brickle apuntadose a si mismo frente al espejo (esa en la que decía: "Are you talking to me?"), y que todo no quede ridiculísimo. Calificación: 5

El Hombre Araña 3

Dos observaciones antes de comenzar:

1) A quién en un comentario señalo que Raimi es algo republicano, solo le pido que preste atención al fuerte discurso contra la pena de muerte que habita en esta película. ¿O será que el título de “republicano” esta puesto nomás por que Spidey aparece sobre la bandera de Estados Unidos en un par de escenas?
2) En el subtitulado que traen las copias de la película, hay un chivo (o PNT, como le dicen ahora) del diario Clarín. Involuntario, o no, eso no lo se, pero la verdad: da bastante verguenza.

El hombre araña 3 (Spider-man 3 – EU – 2007 – Sam Raimi)

Después de la millonada de guita que les hizo ganar a la gente de Columbia Pictures y Cía. con la dos primeras partes, era de esperarse que Raimi fuera ganando más libertad sobre los grandes estudios. Pero lo llamativo, es que el cierre de esta trilogía es tal vez la más despersonalizada y estandarizada de las tres películas de la saga. De más esta decir que no están ni los encuadres inclinados, ni las subjetivas de objetos, ni nada de eso que hizo que la mano de este director se destacara en la saga Evil Dead o en Rápida y mortal, y que hasta por momentos se dejaba asomar en El Hombre Araña 2 (para mi, la mejor de las tres). Hay quienes hasta creen que Raimi es un autor, otros -los más-, un mero artesano (es decir: de esos directores capaces de dejar sus marcas personales en películas hechas por encargo); algo que suele derivar en una discusión interminable. Pero en esta película, la verdad, es que hasta hay que esforzarse para ver a ese Raimi artesano, ya que parece alguien más preocupado en seguir al pie de la letra protocolos industriales, antes que cualquier otra cosa. Es que si bien es cierto que El Hombre Araña 3 (tanto como sus dos antecesoras) se destaca sobre la enorme cantidad de películas mediocres que se hacen sobre superhéroes -por complejidad, por gracia, por calidad de realización- todo parece hecho por reglas de manual y en piloto automático. Además, no tiene el corazón que tenían las dos primeras, y esto en gran parte por que el conflicto principal no pasa por las dificultades que podía tener un héroe de clase trabajadora para llevar a cabo lo que le encomendaba su don, que era justamente lo más interesante. Sino que ahora el conflicto se parece mas al de un Annakin Skywalker, con Peter Parker preocupado en no caer en el "lado oscuro" y ya no tanto por seguir laburando y estudiando mientras salva a la ciudad. Después, la presencia de tres villanos nunca deja que la película cobre intensidad a través de los actores y sus personajes, como pasaba con Willem Dafoe en la primera parte, y con Alfred Molina en la segunda. Y por otra parte, los efectos especiales si bien son bastante esmerados, abusan todo el tiempo de la noche y la velocidad, lo que hace que por momentos en la película no se entienda una garcha (sobre todo en las escenas de mucha acción). Eso sí, la participación de Bruce Campbell esta bárbara. Sam: ¡ya es hora de que vuelvas a calzarle la motosierra a Ash! Calificación: 6